La mayoría de los rusos celebra el Año Nuevo con una ensalada Olivier, un plato con el que se busca augurar prosperidad.
Debido a los crecientes costos de los alimentos, la tradición de este año vendrá también con un doloroso recordatorio de la rapidez con la que las posesiones de muchos rusos se están desvaneciendo en medio de la recesión y las sanciones occidentales.
El platillo de pollo, patatas, guisantes, zanahorias y mayonesa –introducido por un chef belga en el siglo XIX y que llegó a incluir ingredientes como el ave urogallo y cangrejo de río en medio de la escasez de alimentos durante la era soviética– costará este Año Nuevo 35% más.
La fuerte subida de precios, reportada por la oficina federal de estadísticas, llega en medio de la peor recesión económica de los 15 años en el cargo del presidente Vladimir Putin.
La economía ha estado declinando desde hace un par de años, debido a las sanciones y a una caída en el precio de las valiosas exportaciones petroleras de Rusia, pero la víspera de Año Nuevo será sin duda la primera en más de una década en la que los rusos sentirán el dolor de la recesión en la mesa. «Antes se podía comprar joyas o un perfume caro para el Año Nuevo», dice Nikolai Skomorokhov, de 65 años y quien se retiró este mes. «Esta vez se trata de lo mínimo.
La mayor parte del gasto se ha hecho en la celebración». Skomorokhov, quien vino de su ciudad natal de Valdai, en el noroeste del país, para visitar a su hija y nietos en Moscú para pasar juntos las fiestas, dice que las cosas que compra habitualmente para las vacaciones subieron entre 30 y 40% frente al año pasado, lo que le obligó a reducir el gasto. La moneda nacional, el rublo, ha caído un 20% frente al dólar este año, lo que se sumó a un desplome del 40% en 2014, lo que elevó al cielo el precio de los bienes importados.
Una prohibición rusa de importar alimentos occidentales, impuesta en represalia por las sanciones económicas de Estados Unidos y europeas, ha perjudicado aún más la oferta, elevando los precios. La tasa oficial de la inflación al consumidor fue de alrededor del 12% este año, pero las compras de Año Nuevo revelaron una tasa mucho mayor.
El aumento en el costo de una ensalada Olivier, que a veces se utiliza de manera informal como punto de referencia para medir el costo de la vida, en vista de que contiene varios ingredientes de primera necesidad, mostró un aumento en los costos de los alimentos. Los abarrotes para una cena navideña típica para dos personas –que incluya verduras, embutidos, queso, pepinillos y pollo– costaría 5.790 rublos (80 dólares) este año, un 28% más que hace un año. «Este año, los rusos están celebrando sin mucha alegría porque el año ha sido difícil», afirmó Marina Krasilnikova, una investigadora de la agencia encuestadora Levada. «Las personas tienen cada vez menos confianza en la situación económica del país», opinó.
20minutos