En personas con predisposición genética al cáncer de páncreas (o con otros factores de riesgo) podría ser interesante llevar un control del peso, puesto que el índice de masa corporal (IMC) y los niveles de azúcar en sangre han sido identificados como dos señales precursoras. (Foto: Getty)
El cáncer de páncreas es uno de los cánceres más agresivos que hay porque es difícil de detectar, se propaga rápidamente y mata a casi todos los pacientes afectados en un plazo de seis meses. A día de hoy, los pacientes diagnosticados con cáncer pancreático suelen tener una expectativa de vida muy baja, apenas el 10 por ciento de los afectados sobrevive a los cinco años de ser diagnosticado.
¿La razón? Pues que debido a la ausencia de síntomas en sus inicios, el cáncer de páncreas suele diagnosticarse en fases avanzadas. Sin embargo, a pesar de ser uno de los cánceres más devastadores, su tasa de curación podría mejorar gracias a un nuevo hallazgo.
Como decía, pocas personas sobreviven porque al diagnóstico de este cáncer ya que a menudo se realiza tarde cuando ha progresado y presenta síntomas como dolor por la presión de nervios cercanos u otros órganos, coloración amarillenta de la piel o ictericia, que se produce cuando el tumor comprime la vía biliar y/o pérdida de peso y desnutrición. En la mayoría de los casos la cirugía es el único tratamiento posible (y no siempre es operable). Conscientes de este problema, un grupo de científicos de la Universidad de Surrey (Reino Unido) y la Universidad de Oxford (Reino Unido) realizaron un estudio muy revelador, cuyas conclusiones han sido publicadas en la revista PLOS One y recogidas por el Daily Mail. Para llevar a cabo esta investigación, utilizaron un gran conjunto de datos de más de 10 millones de personas en Inglaterra. El gran tamaño del conjunto de datos fue importante para garantizar que los hallazgos representen a toda la población
La conclusión podría abrir la puerta a nuevas formas de afrontar esta enfermedad; encontraron que el cáncer de páncreas se podía diagnosticar hasta tres años antes. A través de su investigación, los autores descubrieron que en las primeras etapas del cáncer, los pacientes comienzan a desarrollar niveles anormalmente altos de azúcar en la sangre porque el órgano dañado no produce suficiente insulina, la hormona que controla el azúcar en la sangre.
Fuente-yahoo.