Las autoridades de Río de Janeiro comenzaron hoy a multar a los bares, restaurantes y chiringuitos de playa de esta emblemática ciudad brasileña que ofrezcan pajitas de plástico a los clientes, informó hoy la Alcaldía.
A partir de hoy, los establecimientos que desobedezcan la normativa se atienen a una sanción económica que puede oscilar entre los 650 reales (unos 160 dólares), valor que se aplicará a los vendedores ambulantes, y los 1.650 reales (unos 400 dólares).
En caso de reincidencia, el castigo puede elevarse hasta los 6.000 reales (unos 1.450 dólares), según un comunicado de la Alcaldía de Río de Janeiro.
Funcionarios del organismo de Vigilancia Sanitaria de Río inspeccionaron durante los últimos 60 días un total de 5.121 locales para alertar a sus propietarios sobre la necesidad de sustituir las pajitas de plástico por otras de papel biodegradable o reciclable y cuyo envoltorio también sea de un material semejante.
Esos establecimientos fiscalizados han tenido hasta hoy para realizar el cambio, mientras que aquellos locales que aún no han sido examinados por las autoridades tienen un plazo de 60 días para hacerlo a partir de la primera visita de los técnicos.
“Río de Janeiro se convirtió en la primera capital de Brasil en prohibir las pajitas de plástico descartables. Estamos a la vanguardia de una lucha muy importante en defensa del medioambiente”, dijo el alcalde de Río, Marcelo Crivella.
“Esta es una causa de toda la población, que puede ayudar a la Alcaldía a fiscalizar y cobrar de los comerciantes el cumplimiento de la ley”, sentenció.
Se calcula que más de un millón de aves y unos 100.000 mamíferos marinos mueren cada año como consecuencia de los residuos plásticos que llegan al mar, entre ellos las pajitas, que pueden tardar hasta 500 años en descomponerse en el medioambiente, según un informe de Greenpeace.