A raíz de la crisis generada por el coronavirus, la Conferencia del Episcopado Dominicano dispuso este miércoles una serie de medidas que, entre otras cosas, abarca la suspensión de todas las actividades parroquiales, “hasta que cese la situación actual”.
A través de un comunicado, la Conferencia indicó que dicha suspensión incluye “la celebración eucarística y comunitaria, incluido los domingos, actos penitenciales, vía crucis, retiros, talleres y procesiones”.
Otra medida dispuesta es que “los sacerdotes deben celebrar la Eucaristía sin participación del pueblo, iniciando mañana jueves 19 de marzo hasta que concluya la crisis.
“Los sacerdotes deben permanecer en sus respectivas parroquias, para garantizar el acompañamiento pastoral de sus feligreses”, agrega el comunicado.
De igual forma “todos los fieles quedan dispensados de asistir a las celebraciones litúrgicas durante este tiempo (canon 87 §1). En este momento, es su misión participar como Iglesia doméstica desde sus hogares orando por la situación actual, viviendo en la esperanza y confianza de que Dios nos mostrará su rostro”.
En las celebraciones exequiales, los sacerdotes asistan a los fieles tomando las precauciones de lugar.
Asimismo, “la Santa Eucaristía sea transmitida especialmente los domingos, a través de los medios de comunicación (televisión, radio y redes sociales), para que todos los fieles se sientan acompañados pastoral y espiritualmente, y permanezcan en comunión con toda la Iglesia”.
También se dispuso que los centros educativos católicos asuman las indicaciones y los protocolos de las autoridades educativas.
Las instituciones eclesiásticas con personal que labora en sus instalaciones, deberán acoger las indicaciones sanitarias de prevención emitidas por el Ministerio de Salud Pública. “Sobre la jornada laboral, pueden suspenderla, alternar los turnos o implementar el trabajo a distancia”.
La entidad exhortó a la ciudadanía mantener la fe, la oración y la prudencia durante la crisis.