Dos grandes villanos para México, el fugado narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán y el precandidato presidencial estadounidense Donald Trump, se han convertido paradójicamente en estrellas de Halloween en ese país gracias a los disfraces alusivos diseñados por una ingeniosa empresa.
Con su inconfundible bigote negro, la máscara de «El Chapo», el éxito de ventas de esta fábrica,demora en producirse todo un día: el tiempo en que se realiza el molde de su cabeza, se le aplica latex, se seca y, finalmente, se pinta minuciosamente a mano.
Junto a su camisa rayada de preso, el combo se vende por Internet y en algunas tiendas de la capital por unos 500 pesos (30 dólares).
Quizás algunos consideren una provocación disfrazarse del poderoso y temido líder del cártel de Sinaloa tres meses después de su espectacular fuga de prisión, pero en la fábrica donde se diseña y confecciona el disfraz aseguran que ya han vendido 2.000 unidades y están en producción 1.700 más.
«Sí, lo critican un poco pero somos mexicanos y de la tragedia todos nos reímos y de todo sacamos lo bueno para divertirnos», dijo a la agencia AFP María del Carmen Navarro, ingeniera en diseño textil del Grupo Rev, la empresa familiar que lo fabrica en Jiutepec (centro), unos 100 km al sur de la capital.
Aunque la tradición mexicana marca que la celebración del Día de Muertos –2 de noviembre– se realice con altares de velas y flores para los difuntos y visitas a los cementerios, la fiesta estadounidense de Halloween del 31 de octubre y sus disfraces son cada vez más populares entre los jóvenes.
Y vestirse ese día del capo «es una crítica cómica porque es un personaje audaz», coincide la coordinadora del área de terminado, Dina Diego, haciéndose eco de la admiración que algunos mexicanos profesan por este personaje de 58 años de origen humilde que hizo su fortuna logrando burlar en múltiples ocasiones a las autoridades.
Y si «El Chapo» encarna al México más oscuro y su guerra contra las drogas, el magnate Donald Trump se ha convertido en las últimas semanas en el archienemigo nacional por su discurso xenófobo contra los mexicanos.
Blanco de constantes burlas e incluso de obras de teatro que parodian sus declaraciones como «Hijos de Trump», el precandidato republicano se ha convertido en el nuevo modelo de Grupo Rev. Apenas han confeccionado 250 máscaras, pero en la fábrica están seguros de que alcanzará un éxito parecido al de «El Chapo».
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