Justo cuando la Reserva Federal comienza a reducir levemente su estímulo a la economía estadounidense, el congreso aprieta un poco el acelerador.
El paquete de gastos y recortes de impuestos aprobado por el congreso el viernes podría estimular modestamente el crecimiento el año próximo y dar un papel mayor al gobierno como fuentes de estímulo potencial.
«Ese cambio… está siendo ignorado actualmente por los mercados y analistas financieros», dijo Joseph Carson, economista en la firma Alliance Bernstein. «Pero nosotros pensamos que éste va a ser un aspecto clave de un ambiente de crecimiento más rápido y positivo para el próximo año».
Economistas en Goldman Sachs han pronosticado que el incremento en gastos federales y los recortes de impuestos deberían sumarse al crecimiento en 2016 por primera vez en seis años.
El acuerdo presupuestario de 1.1 mil millones de dólares aumenta gastos en la mayoría de las agencias del gabinete por aproximadamente 6% el próximo año. Una medida presupuestaria separada provee 680 mil millones en recortes de impuestos en 10 años. Lo hace extendiendo o haciendo permanente unas 50 exenciones tributarias.
A principios de mes, el congreso aprobó invertir en la construcción de carreteras 305 mil millones de dólares a lo largo de cinco años.
Conjuntamente, las medidas podrían incrementar el crecimiento a aproximadamente 3.5% el año próximo, estima Carson, comparado con 2.25% este año.
Alec Phillips, economista para Goldman Sachs, pronostica un incremento menor y prevé un crecimiento general en el 2016 de 2.25%.
El panorama es ahora mejor para gobiernos estatales y locales también. Sus ingresos por impuestos han aumentado con la mejora de la economía, que ha añadido 4.5 millones de empleos más que lo que hizo antes del comienzo de la Gran Recesión al final del 2007.
Los gastos en construcción en todos los niveles de gobierno, por ejemplo, subieron 6,1% en octubre en comparación con un año antes. Gastos adicionales gubernamentales pudieran llevar además a compras adicionales de equipo militar.
El estímulo económico por el gobierno, si resulta significativo y eleva la inflación a niveles considerados deseables, permitiría que la Fed continúe subiendo las tasas de interés a corto plazo. El miércoles la banca central, citando la mejora de la economía, anunció su primer incremento en las tasas en nueve años. Por siete años, la Fed había mantenido su tasa a corto plazo cerca de cero, para alentar préstamos y gastos.