El Congreso de EE.UU. logró a última hora y de manera inesperada a finales de año sacar adelante uno de los principales reclamos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la reforma del sistema de cuotas para otorgar mayor peso político a las economías emergentes en la institución financiera internacional.
Desde 2012, la directora del Fondo, Christine Lagarde, no había dejado pasar la oportunidad de instar primero y criticar después a EE.UU., por su retraso de cara a la propuesta de reforma interna del organismo para reflejar el ascenso de potencias emergentes como China, la India o Brasil en la economía global.
efe