Detrás de los efectos especiales, las explosiones, el lujo y los vestidos de noche de los Premios de la Academia que se celebrarán el 28 de febrero, habrá un melancólico drama en blanco y negro cuyos personajes hablan nueve idiomas diferentes.
En muchos sentidos, El abrazo de la serpiente es una criatura exótica: parte cine de arte, parte misterio, parte documental histórico de viajes que explora rincones largamente olvidados de la Amazonia. Y, en la industria cinematográfica de Colombia, es algo más raro aún: es el único filme que ha sido nominado al Oscar.
Sin embargo, eso está empezando a cambiar. En el 2003, Colombia hizo una renovación de sus leyes cinematográficas para brindar exenciones de impuestos y otros incentivos a la producción. Como resultado, aunque en el 2004 sólo se filmaron nueve películas en el país, el año pasado hubo 36, un récord nacional.
“El cine colombiano está en medio de una de las mejores rachas que ha tenido nunca”, dijo Adelfa Martínez, directora de Cinematografía del Ministerio de Cultura. “Finalmente estamos recogiendo el fruto de todo nuestro trabajo”.
La Comisión Fílmica Colombiana invirtió 2,300 millones de pesos (alrededor de $1 millón en ese momento) en El abrazo de la serpiente por medio de subvenciones y devoluciones de impuestos.
Y la película no está sola. El filme del 2015 La tierra y la sombra ganó el prestigioso premio de la Caméra d’Or en Cannes. Y el corto Leidi ganó la Palme d’Or, el honor supremo de Cannes, en el 2014. Recientemente, La ciénaga entre el mar y la tierra ganó el Galardón del Público en Sundance en la categoría de cine internacional.
Y además está la producción que tal vez no está arrasando con los premios pero está atrayendo los ojos en todo el mundo: la serie Narcos. El serial, que sigue la trayectoria del capo de la droga de Medellín Pablo Escobar y de los agentes de la DEA que lo perseguían, se ha convertido en un éxito global.
Aunque es producida por Netflix y Gaumont International Television, se filma en Colombia, y la firma colombiana Dynamo está ofreciendo los servicios de producción, lo cual significa que la mayoría de los técnicos son colombianos.
“Tener finalmente una representación en los premios Oscar significa que estamos haciendo películas a nivel internacional, y eso es importante”, dijo Andrés Calderón, presidente ejecutivo de Dynamo. “De la misma manera, haber hecho un programa como Narcos, que ha roto todo tipo de barreras y es considerado una de las series más importantes del 2015, es increíblemente importante”.
EL CINE COLOMBIANO ESTÁ EN MEDIO DE UNA DE LAS MEJORES RACHAS QUE HA TENIDO NUNCA
Adelfa Martínez, directora de Cinematografía del Ministerio de Cultura
Narcos envía dos señales poderosas, dijo Calderón. En primer lugar, muestra a la industria que Colombia cuenta con el talento técnico necesario para producir entretenimiento a nivel mundial. En segundo lugar, dice mucho del país mismo.
Aunque Narcos llama la atención sobre el violento pasado de Colombia, se filma en locación en barrios y ciudades que antes eran zonas vedadas para los equipos de cine.
“Ese es el mejor mensaje”, dijo Calderón. “El país está adelantando tanto que finalmente podemos filmar nuestras propias historias aquí mismo”.
Hollywood ha estado fascinado por mucho tiempo con la historia de Colombia, llena de exotismo, drogas y guerrillas marxistas. Pero la mala reputación del país significaba que pocos se atrevían a filmar aquí.
Behind Enemy Lines: Colombia (Tras la línea enemiga: Colombia, 2009) se filmó en Puerto Rico; Delta Force 2: La conexión colombiana (1990) se filmó en Tennessee y las Filipinas; yBlow (2001) y Romancing the Stone (1984) se filmaron en México.
Existen, no obstante, toda una serie de factores que significan que los espectadores estadounidenses verán más de esta nación en la gran pantalla.
Para empezar, la situación de la seguridad ha mejorado drásticamente. Además, desde el 2013, el gobierno brinda incentivos a las producciones internacionales, incluyendo una devolución del 40 por ciento de los impuestos a los sueldos locales y del 20 por ciento de los costos logísticos. Finalmente, la crisis global del petróleo ha afectado fuertemente a Colombia, depreciando su moneda en más del 60 por ciento con respecto al dólar durante los últimos dos años, lo cual hace de ella una locación para filmaciones baratas.
“La ley [de incentivos] nos convirtió en uno de los lugares más atractivos para filmaciones”, dijo Martínez. “Ya lo teníamos todo, incluyendo excelentes locaciones; en Colombia puedes moverte de la selva a las colinas, al mar y a las montañas nevadas con mucha rapidez”.
LA COMISIÓN FÍLMICA COLOMBIANA INVIRTIÓ 2,300 MILLONES DE PESOS (ALREDEDOR DE $1 MILLÓN EN ESE MOMENTO) EN ‘EL ABRAZO DE LA SERPIENTE’ POR MEDIO DE SUBVENCIONES Y DEVOLUCIONES DE IMPUESTOS.
Desde que la ley entró en vigor, 16 producciones internacionales se han beneficiado de la misma. Y al menos siete producciones internacionales se filmarán en Colombia este año, incluyendo la segunda temporada de Narcos.
El cambio ya se está viendo en las salas de cine.
Cuando Hollywood se propuso contar la historia de los mineros chilenos que en el 2010 estuvieron atrapados bajo tierra durante 69 días, lo filmaron en Colombia. Los 33, con Antonio Banderas, se estrenó en el 2015 con críticas poco entusiastas.
Mena, una película interpretada por Tom Cruise, basada en la vida de Barry Seal, un narcotraficante estadounidense que se convirtió en informante de la DEA en la década de 1980, se filmó en locación en Medellín y sus alrededores el año pasado. Su estreno está fijado para el 2017.
A pesar de estos avances, Colombia sigue estando detrás de otros países de la región en cuanto a la industria del cine. Lugares como Brasil, Argentina y México realizan más de 120 películas al año. Estados Unidos, en cambio (una comparación muy injusta), realizó 818 películas en el 2014, mientras Colombia realizó 28.
Y los cineastas locales se quejan de la falta de apoyo de las salas de cine comerciales e incluso del público nacional. De los aproximadamente 60 millones de espectadores colombianos en el 2015, 80 por ciento fueron a ver películas de éxito internacional mientras que el 20 por ciento restante quedaron divididos entre filmes internacionales, producciones independientes y películas colombianas.
Parte del problema es la divulgación, dijo la ministra de Cultura Mariana Garcés. Mientras que la favorita colombiana El abrazo de la serpiente sólo se exhibió en 26 cines en su estreno,Fast and Furious 7 estuvo en más de 400.
“La mayor dificultad para Colombia es la distribución, que las películas colombianas sean exhibidas en varios cines por suficiente tiempo para que los colombianos puedan realmente verlas”, dijo. Antes de su nominación al Oscar y su reestreno,El abrazo de la serpiente sólo había sido vista por 120,000 de los 60 millones de espectadores que se calcula tiene Colombia.
Algunos países (entre ellos Venezuela) han tratado de resolver ese problema por medio de obligar a los cines a mostrar películas nacionales por medio de cuotas, pero esa táctica no funciona. En su lugar, Colombia está estudiando la idea de crear un sistema de vales que podría dar a los estudiantes sobresalientes, y a otro tipo de público, descuentos para productos nacionales.
Cristina Gallego, productora de El abrazo de la serpiente, dijo que conseguir financiamiento para ese proyecto de amor fue difícil, aun cuando ella y el director, Ciro Guerra, contaban con un sólido currículo, incluyendo el éxito de crítica Los viajes del viento (2009).
El abrazo de la serpiente se basa en los diarios de Theodor Koch-Grunberg, aventurero alemán, y Richard Evans Schultes, biólogo estadounidense, quienes exploraron por separado la región del Amazonas en los siglos XIX y XX. La película cuenta la historia de culturas indígenas perdidas y moribundas, y está filmada en español, portugués, alemán, latín, catalán, cubeo, wanano, tikuna y huitoto.
Gallego dijo que durante casi cuatro años financistas en Colombia, Estados Unidos y Europa rechazaron el proyecto. Finalmente, fue respaldado por fondos argentinos y venezolanos. El equipo de filmación trabajó en locación en lo profundo de la Amazonia durante siete semanas.
Gallego dijo que se siente orgullosa de que este filme puramente sudamericano hubiera sido financiado por sudamericanos.
“Nunca esperamos [una nominación al Oscar] porque esta película fue muy difícil de hacer”, dijo. “Fue una odisea muy, pero que muy larga, y el hecho mismo de que pudimos terminarla nos hizo muy felices”.
Si Colombia gana el Premio de la Academia estadounidense se unirá a Argentina como el único otro país latinoamericano en ganar un Oscar a la Mejor Película Extranjera. Pero ese misterio no será resuelto hasta la ceremonia de premiación el 28 de febrero.