Las imágenes de un bebé en brazos de rescatistas en el barrio rebelde de Al Qaterji, en Alepo,fueron publicadas por diversas agencias de noticias este domingo y despertaron una nueva ola de indignación global ante los ataques indiscriminados de la coalición que integran Rusia, Irán, Hezbollah y las tropas del dictador Bashar Al Assad.
Las fuerzas pro gubernamentales bombardearon el barrio rebelde en la ciudad norteña, causando numerosas víctimas, entre las cuales estaba este niño. Fue desenterrado de los escombros de la casa que habitaba, derrumbada durante la ofensiva.
La búsqueda de más sobrevivientes continuaba este lunes, mientras en otras regiones del norte de Siria también se reanudaron los bombardeos. Uno de ellos destruyó un hospital apoyado por Médicos Sin Fronteras, en un ataque que ha dejado una al menos nueve de muertos y decenas de heridos.
El presidente norteamericano, Barack Obama, exhortó a su par ruso Vladimir Putin a detener los bombardeos indiscriminados, que no distinguen entre «opositores moderados» al dictador Al Assad, civiles que viven en barrios ocupados por milicias, y terroristas de grupos vinculados a Al Qaeda o al Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés).
«En particular, el presidente Obama hizo hincapié en la importancia de que Rusia ahora juegue un papel constructivo mediante el cese de la campaña aérea contra las fuerzas de oposición moderadas en Siria», dijo la Casa Blanca en un comunicado sobre el diálogo que mantuvieron los mandatarios este sábado.