Benjamin Herman, el terrorista que mató a cuatro personas entre el lunes y el martes en Lieja, Bélgica, fue abatido por la policía en la puerta del instituto educativo en el que se había atrincherado y en el que había tomado a una mujer como rehén.
Así terminó su raid homicida por el cual mató el lunes a un hombre a martillazos, y un día después asesinó a dos mujeres policía y a un hombre en un auto al grito de «Allahu Akbar» (Alá es grande).
Un vecino logró filmar el momento en que las fuerzas de seguridad se acercan al instituto y, ante la salida de Herman, tiene lugar un intenso tiroteo.
En las fuertes imágenes puede verse el momento en el que el terrorista, que se habría radicalizado en prisión, cae derribado por la lluvia de balas.
La fiscalía belga está investigando el hecho como un «asesinato terrorista», aunque no están del todo claras sus motivaciones para las muertes, especialmente la ocurrida el lunes.
Pero Bélgica se ha convertido en los últimos años en un objetivo de la Yihad Global, que en muchas ocasiones apunta específicamente contra soldados y policías.