El nuevo «gurú» con el cual Maduro busca salir de la crisis

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En su perfil de Twitter se describe como “andaluz, y cada día, más latinoamericano”, además de, obviamente, “economista crítico”. Nicolás Maduro, por su parte, lo ha bautizado como “el Jesucristo de España”. Se trata de Alfredo Serrano, el nuevo “gurú económico” del Presidente venezolano.

Según el diario español El Mundo, Serrano es sin duda uno de los grandes vencedores de la última remodelación de gabinete venezolano. Ello, porque Luis Salas, el nuevo ministro de Economía y cerebro de la nueva política de Maduro para resolver la crisis en Venezuela, forma parte del equipo del economista gaditano. De hecho, Salas recientemente prologó el libro de Serrano, titulado “América Latina en disputa”.

Presidente del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), que asesora a los gobiernos bolivarianos, Serrano hizo visible su vínculo con Maduro en 2014. En diciembre de ese año, el economista español fue uno de los  intelectuales extranjeros convocados a un encuentro con el mandatario venezolano en el simbólico Cuartel de la Montaña, en Caracas.

En esa ocasión, recuerda el diario El Nacional, Serrano presentó un trabajo titulado “El pensamiento económico de Hugo Chávez”. “Es un libro que tiene el espíritu chavista de resistencia al ataque neoliberal y que recoge el pensamiento económico propio del comandante Chávez”, advirtió el Presidente esa tarde en la cita convocada en el lugar donde descansan los restos del ex mandatario.

Desde ese momento, apunta el periódico caraqueño, Serrano ha estado cerca de Maduro de manera intermitente. En marzo de 2015 volvió a aparecer durante un acto presidencial en una base de misiones sociales en la isla de Margarita. Maduro lo presentó entonces como “Eduardo”, error que la primera dama, Cilia Flores, corrigió de inmediato recordando que su primer nombre es “Alfredo”. “Siempre le digo Eduardo. Alfredo Serrano es uno de los economistas e intelectuales europeos más estudiosos de la economía y los fenómenos del siglo XXI que están surgiendo”, agregó Maduro tras hacer la corrección. El lazo del economista español sería aún más profundo que el del asesor informal que en su momento tuvo Hugo Chávez:  el sociólogo alemán Heinz Dieterich, quien acuñó el término de Socialismo del Siglo XXI.

Contrario a la devaluación

Serrano considera que la “guerra económica” que Maduro denuncia hasta el hartazgo es una realidad y es producto de una burguesía importadora que incrementa los precios indiscriminadamente. “Aboga por un reforzamiento de los controles de precios y se opone a la devaluación y otras medidas ante los desequilibrios”, señala sobre Serrano un informe del Bank of America, publicado en julio de 2015, el cual afirma que el economista tiene ahora una “influencia creciente” en la formación de la política económica.

En ese sentido, El Nacional sostiene que en Venezuela, Salas es señalado como la mano ejecutora de las políticas que desde España elabora Serrano, asesor económico del izquierdista partido Podemos y principal aliado de su líder, Pablo Iglesias.

“La impresión que tengo es que Salas recibirá órdenes de Alfredo Serrano”, dijo el economista venezolano Orlando Ochoa. “Salas no reconoce ni siquiera el fenómeno de la inflación, sino que habla de especulación, a pesar de que los controles cambiario y de precios son la fuente de la inflación”, subrayó.

Pero las alabanzas de Maduro a Serrano no han evitado las críticas del economista español a la gestión chavista. En un artículo escrito en el portal del Celag a propósito de la derrota oficialista en las elecciones legislativas de diciembre, Serrano señaló que “el chavismo no logró superar la situación adversa económica”.

“Lo que para muchos siempre fue viento de cola a favor, ahora es en contra. El precio del petróleo está por debajo de 35 (dólares) cuando hace más de un año estaba a más de 100. El frente externo económico aprieta también por la vía financiera. A ello se suma una guerra económica que hace sus estragos internamente: inflación y colas para adquirir ciertos productos básicos. Esto no significa que toda la responsabilidad sea ajena a la acción gubernamental. Son 17 años con desgaste y errores”, afirma en el artículo.

E insiste: “No se gana únicamente recordando todo lo bueno que se ha conseguido en el pasado. La tarea pendiente es producir, producir, producir. Y hacerlo con eficacia y eficiencia”. “De no hacerlo, entonces, esta derrota electoral coyuntural podría llegar a convertirse en una derrota política más estructural”, advierte el economista español.

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