Kate Middleton reveló que el príncipe George y la princesa Charlotte rompieron una tradición real de Navidad. La duquesa de Cambridge contó que los pequeños se despertaron muy temprano y abrieron sus regalos en la mañana aunque los integrantes de la corona británica acostumbran a intercambiarse una variedad de «obsequios graciosos» en nochebuena.
En el 2013, el príncipe Harry le regaló a la reina una gorra de baño que decía, «Que jodida es la vida». En otra Navidad, Kate le dio a su cuñado un equipo para «sembrar su propia novia». El presente favorito del príncipe Carlos es supuestamente una tapa de inodoro de cuero blanca que recibió de la princesa Anne y le resultó tan cómoda que la lleva en todos sus viajes y giras al exterior.
No se conoce exactamente qué establece la tradición real en referencia a los niños, pero se cree que deberían abrir sus regalos junto con los adultos, la noche del 24 de diciembre. Sin embargo, la duquesa aseguró que sus hijos lo hicieron el martes por la mañana mientras ella asistió a la misa navideña junto con Meghan Markle y sus maridos.
Aunque mucho se habla de una supuestamente pelea entre las esposas de William y Harry ambas caminaron sonrientes desde la casa de la reina en Sandringham hasta la Iglesia St. Mary Magdalene.
Es la segunda Navidad que Meghan festeja con los Windsor pero su primera como integrante oficial de la familia.
Tras el servicio religioso, todos regresaron a Sandringham donde primero tomaron el té y después participaron de una cena formal. Mientras que los bisnietos de la reina miraron distintas películas festivas, los adultos únicamente estaban autorizados a mirar el tradicional discurso de la reina que ofrece cada año desde 1957.
Después de la cena, la primera familia de Inglaterra disfrutó de un juego de «dígalo con mímicas» y como índica el protocolo ninguno se fue a dormir antes de la reina quien permanece despierta hasta la medianoche el día de Navidad.