La ocupación de espacios públicos, incluida área verde, por personas adictas a las drogas y enfermos mentales que en ocasiones resultan ser violentas o se desplazan en pleno casco urbano, se está convirtiendo en un problema social.En las principales avenidas, plazas y parques es común ver cómo los llamados piperos utilizan como cama, un pedazo de cartón y allí pernoctan día y noche.
En la ribera del río Yaque del Norte, tanto dominicanos como haitianos, que padecen de problemas de adicción han improvisado casuchas.
Entre el hedor de los huesos lanzados al río Yaque del Norte y la inclemencia del tiempo, al menos diez personas viven en esas condiciones.
Sin embargo, la mayor preocupación de la ciudadanía santiagués es la cantidad enfermos mentales, incluido algunas damas, que deambulan desnudos por las calles del centro histórico.
Problemática
“En mi caso ya me he topado con locos que son violentos y hasta le lanzan pedradas o andan armados de cuchillos. El que los niños tengan que ver personas desnudas deja ver a Santiago como una ciudad sin dolientes”, refiere la ciudadana Violeta Sánchez.
Y es que la mayoría de afectados por las agresiones físicas de enfermos mentales, son las mujeres.
Sánchez relató que vio cuando una mujer tuvo que correr ante los intentos de ser golpeada por un hombre que prácticamente vive en la calle San Luis.
El pasado lunes, un hombre de nacionalidad haitiana con problemas mentales, hirió a tres personas con un sacacorchos, cuando un grupo intentó impedir que penetrara al santuario Nuestra señora de la Altagracia.
El templo católico está ubicado en la calle Del Sol, en pleno casco urbano en Santiago.
Agresión de enfermo dejó tres heridos
Entre los tres heridos por el extranjero figura un agente policial, un limpiabotas y otro hombre de nacionalidad haitiana.
De acuerdo a testigos, el hombre que presenta problemas mentales intentó armar un desorden en el interior del templo, lo que obligó la presencia del agente y de otras personas. El policía presenta herida en la frente.
