Estados Unidos y el Reino Unido bombardearon este sábado varias posiciones de los rebeldes hutíes de Yemen, en lo que supone la cuarta operación conjunta de las dos naciones contra ese grupo, según un comunicado conjunto.
La operación golpeó 18 «objetivos» en ocho ubicaciones distintas en el Yemen, incluidos almacenes subterráneos donde supuestamente los hutíes guardan algunos de los misiles que utilizan para atacar embarcaciones en el mar Rojo, según el comunicado.
Los bombardeos también alcanzaron sistemas de defensa aérea, radares y un helicóptero, según el comunicado suscrito por Estados Unidos, el Reino Unido y los otros seis países que apoyaron la operación (Australia, Baréin, Canadá, Dinamarca, Países Bajos y Nueva Zelanda).
Los ataques se producen en respuesta al creciente número de ataques de los hutíes, respaldados por Irán, contra diversas embarcaciones, incluyendo el lanzamiento de misiles contra un carguero británico y un destructor estadounidense en el mar Rojo, así como contra la ciudad costera de Eilat, en el sur de Israel.
Este es el cuarto ataque conjunto de Washington y Londres contra los hutíes. El primer gran acto de represalia contra los insurgentes por los ataques en el mar Rojo tuvo lugar el 12 de enero y alcanzó 60 objetivos en Yemen.
Desde que se produjera ese primer bombardeo conjunto, Estados Unidos ha lanzado por separado varios ataques contra los hutíes, muchos de ellos contra misiles que, según asegura Washington, suponían una amenaza inminente para embarcaciones en el mar Rojo.
Los hutíes, una milicia respalda por Irán que controla extensas áreas en Yemen, ha perpetrado numerosos ataques en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb contra barcos que, según aseguran, están relacionadas con Israel o se dirigen hacia ese país.
Los hutíes aseguran que sus ataques son una represalia por la ofensiva que Israel lanzó sobre la Franja de Gaza después del ataque del grupo palestino Hamás el 7 de octubre de 2023.
La violencia ha avivado los temores de que la guerra en Gaza, donde ya han muerto 29.600 personas, se intensifique y se convierta en una guerra regional.
Además, esos ataques de los hutíes podrían tener un gran impacto para la economía mundial porque, por el mar Rojo, circula casi el 15 % del comercio marítimo global.