En la primera acción de represalia contra el Estado Islámico (ISIS) tras los ataques terroristas en París del último viernes, Francia lanzó un bombardeo masivo esta noche contra objetivos del grupo en Raqqa, la autoproclamada capital del Califato, en el este de Siria. Diez aviones franceses lanzaron 20 bombas sobre blancos precisos, que incluyeron dos campos de entrenamiento, según el comunicado del Ministerio de Defensa francés.
El primer ataque fue contra un puesto de comando del ISIS, luego un centro de reclutamiento jihadista y depósito de armas y municiones. El segundo objetivo incluía un campo de entrenamiento terrorista, según el ministerio francés. La operación fue realizada en coordinación con las fuerzas estadounidenses. El bombardeo incluyó la participación de 10 aviones de combate, que actuaron simultáneamente, desde bases en Jordania y los Emiratos Árabes Unidos.
“Planificada por sitios previamente identificados en misiones de reconocimiento realizadas por Francia, esta operación fue conducida en coordinación con las fuerzas estadounidenses”, precisó el ministerio de Defensa francés.
El masivo bombardeo fue el producto de una conversación entre el presidente François Hollande y su colega norteamericano Barack Obama a las cuatro de la mañana, tras los atentados. Luego hubo un acuerdo entre el ministro de Defensa francés, Jean Yves Le Drian, y su colega estadounidense Ashton Carter, que fijaron “medidas concretas” para luchar contra el ISIS.
Un portavoz del Pentágono, Peter Cook, dijo que se va “a intensificar la cooperación” y “ambos van a continuar en contacto” en los días que vienen. Un general tres estrellas francés fue instalado en el comando de las fuerzas estadounidense en Medio Oriente para facilitar este coordinación para atacar el grupo tras los atentados.
El ministro de Defensa francés Le Drian quiere atacar “el conjunto de capacidades “ del ISIS y especialmente sus terminales petroleras, que lo financian. Francia había movilizado su portaaviones Charles de Gaulle el pasado 5 de noviembre hacia el Golfo para aumentar el nivel de sus operaciones.La decisión coincide cuando el presidente Obama y Rusia han comenzado a aproximar sus posiciones sobre Siria, tras los atentados en París.
Tres hermanos habrían participado en la preparación y los ataques terroristas en París y uno de ellos está prófugo e intensamente buscado por la policía. Uno murió en los ataques y el otro está detenido en Bélgica. Abdeslam Salah es un belga, nacido en Bruselas el 15 de septiembre de 1989, con ojos marrones y un metro setenta y cinco, que la policía francesa considera clave en los atentados y busca con intensidad. Es “peligroso”, recomienda “no acercarse” y llamar inmediatamente a los servicios de seguridad. El sería el octavo terrorista, al que se refirió el ISIS en su comunicado, cuando el viernes se atribuyó la responsabilidad de las acciones en París.
Los ataques se habrían preparado en Bélgica, con colaboración de franceses, sin que todos sus participantes sean conocidos de los servicios de inteligencia o la policía en Francia, según el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
Estos elementos surgieron después de la aparición en los suburbios de Montreuil, a cinco minutos de la Plaza de la Bastilla pero cruzando el Periférico, de un auto Seat negro, cargado de armas de guerra, que habría participado en los ataques en la rue de Charonne, la rue Bichat y la avenue de la Republique. A las dos de la mañana de la madrugada del sábado al domingo, la policía cercó la calle en el suburbio. Encontró en el vehículo tres fusiles de asalto Kalashnikov, del mismo tipo de los que fueron utilizados en los atentados en París, cinco cargadores llenos y once cargadores vacíos, que habrían sido utilizados en los atentados. Al menos quince policías rodearon el vehículo, rompieron el vidrio. Un experto forense comenzó a sacar muestras para conocer más detalles, delante de dos testigos, a las que despertaron para que estuvieran presentes. El Seat tenía matricula belga. Los videos de vigilancia lo vieron cruzar a las 21.15 en la esquina de la rue Bichat y rue Alibert, donde murieron al menos 13 personas, siete minutos más tarde en la rue de la Fontaine au Roi y cuatro minutos después en la rue de Charone. Todos los sitios de los ataques sucesivos que conmovieron París.
Según los testigos de la rue de Charone, el asaltante a los dos bares atacados bajó de un vehículo negro, del lado del conductor. Disparó en la terraza y el interior del bar mientras otro se bajaba, vigilaba y comenzaba también a disparar para subirse minutos después al automóvil y continuar su marcha.
Gracias a un dedo , uno de los terroristas suicidas en el salón del Bataclan fue identificado en la mañana del domingo. El francés Ismael Mostefai se detonó en el teatro Bataclan y era uno de los dos asaltantes identificados por la policía, que tenía la ficha “S” de radicalización islamista de los servicios de inteligencia, aunque no había tenido cargos judiciales por esa causa. Su dossier judicial tiene ocho cargos de delitos comunes, que no lo llevaron a la cárcel. Se habrá radicalizado en Chartres, donde vivía junto a su mujer y su hijo. Según los servicios de inteligencia habría viajado entre el 2013 y el 2014 a Siria y frecuentaba la mezquita de Luce, en Euro y Loire, desde donde han partido muchos jihadistas al ISIS. Siete miembros de la familia, incluidos su padre, su hermano, su hermana y su madre, fueron detenidos por la policía. Pero ellos argumentan que no tenían el menor contacto con Mostefai desde el 2010. Oficialmente se había ido a Argelia con su mujer y su pequeña hija.
Al mismo tiempo comenzaron a aparecer detalles del ataque al estadio de Francia. La seguridad frenó a dos terroristas, que quisieron penetrar sin billetes de entrada al estadio, cuando se había iniciado el partido. Dos se detonaron en la zona este del estadio y un tercero en un restaurante Quick de las cercanías. Uno sería portador de un pasaporte sirio con el nombre de Ahmad y habría llegado a Europa vía la isla de Lesbos en Grecia el pasado 3 de octubre. Cabe recordar que los pasaportes sirios se venden fácilmente en Turquía. El presidente Hollande, en la tribuna, fue informado críticamente. El Quick implosionó e inmediatamente fue retirado del estadio. Pidió que nadie más se moviera “para no generar caos”.
En medio de falsas alarmas de bombas y tiroteos en París, once imanes musulmanes rezaron frente al Bataclan y se celebró una ceremonia en la catedral de Notre Dame para honrar a las victimas, que se elevaron a 132 en las últimas horas. Aunque existen entre 20 y 30 sin identificar, ante el estado de sus restos por la explosión del Bataclan. Hay familias que buscan aún a sus hijos sin encontrarlos en hospitales, que prefirieron salvarles la vida antes que identificarlos. Ninguno podía repetir su nombre ante la gravedad de las heridas. Al menos 40 están en estado gravísimo, entre la vida y la muerte. Muchas de las víctimas son jóvenes y musulmanas.
Los médicos que trataron a los heridos describieron “heridas de guerra”, con perforaciones de vientre y de torax, hemorragias, mandíbulas destruidas, miembros tocados, ojos perdidos, como si fueran escenas de Afganistán, causadas por los fusiles, las municiones de alto calibre y los explosivos.
“La mayor parte de los heridos fueron atravesados por las balas”, dijo uno de los médicos del hospital Lariboisiere. Durante la emergencia, ocho bloques operatorios actuaron sin parar en la noche del viernes al sábado. Los ortopedistas fueron muy movilizados ante las heridas en brazos y piernas en ese lugar. Los médicos se presentaron espontáneamente en los hospitales ante la gravedad de la emergencia, al igual que enfermeras y camilleros de franco. Los heridos sufrieran muchas secuelas y otros deberán ser operados reiteradas veces. Los cinturones de explosivos de los terroristas provocaron terribles heridas a las sobrevivientes. Un médico evocó un paciente “rociado de tornillos”, que eran parte de los chalecos explosivos de los terroristas suicidas que se detonaron.
