Agazapado. Con el pulso perfecto sosteniendo su rifle mortal. Midiendo la distancia, el viento, la presión atmosférica y la temperatura. Sin dejar detalle al azar. Espera el momento oportuno hasta tener claro que el momento llegará. Sabe que el disparo será el más difícil que haya ejecutado en su carrera, pero se arriesga. ¡Ahora! Resultado: un terrorista del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) muerto.
Un francotirador canadiense estableció un nuevo récord mundial en la historia militar al haber ultimado a su blanco desde una distancia nunca antes alcanzada. Disparada por su rifle McMillan TAC-50, la nueva marca se realizó desde 3.450 metros de rango entre el comando y su blanco. La bala recorrió ese camino de terreno iraquí en diez segundos. El terrorista estaba atacando a soldados iraquíes y toda la secuencia fue grabada en video, según fuentes militares.
El militar canadiense está en operaciones junto con la Joint Task Force 2, que realiza ejercicios junto a las fuerzas kurdas para combatir a los yihadistas en el norte de Irak. Las fuerzas de seguridad canadienses son conocidas, entre otras cosas, por la efectividad de su escuadrón de francotiradores. Por razones de seguridad, el nombre del oficial a cargo del disparo histórico no fue dado a conocer por el momento. Tampoco su locación exacta.
El récord de distancia lo tenía un francotirador británico, quien en 2009 en Afganistán había realizado un disparo a 2.474 metros. El de su aliado canadiense lo superó por mil metros. El top five de récords lo completan otros dos canadienses y un estadounidense.
El McMillan TAC-50 es el arma favorita de las fuerzas especiales de tiro de las fuerzas de ese país. Tienen un alcance de 3.701 metros, aunque nadie aún ha acertado a un blanco humano desde ese rango. Fue diseñado en Arizona en los 80 y desde entonces ha ido creciendo en su valoración. Tuvo una presencia protagónica sobre todo en los conflictos de Medio Oriente: en Afganistán, la guerra civil de Siria e Irak.