12 partidos de la serie semifinal se han desarrollado y un grupo de refuerzos arrastran el bate. Sus promedios de bateo no alcanzan las expectativas que en ellos se crearon.
Uno de ellos es Irvin Falú. El intermedista de Hato Rey, Puerto Rico, quien en ocho partidos con los Toros del Este, solo ha remolcado una carrera. Su promedio es de apenas .200 producto de seis imparables en 30 turnos agotados. Su porcentaje de embasarse es de .294, mientras que su slugging es de .233.
En el mismo camino se encuentra el también integrante de los Toros, Chris Dickerson, quien solo registra una empujada. No ha anotado y solo ha disparado tres hits en cinco encuentros, con un porcentaje de bateo de .200 y cinco ponches.
Otro que también en un bache ofensivo es Logan Moore, de los clasificados a la Serie Final, Tigres del Licey. La producción del receptor continúa en baja. Cuatro imparables, una carrera remolcadas y un promedio de bateo de .267 es el resultado que ha presentado el importado de 25 años.
Por las filas de los Leones del Escogido figura el primera base Mark Minicozzi. Desde su integración con los escarlatas, el nativo Wayne, Pennsylvania, se ha ponchado en ocho ocasiones en 22 turnos al plato. Solo ha conectado cuatro inatrapables, uno de ellos jonrón conectado el pasado viernes en el encuentro que su equipo cayó 8-7 ante los Tigres del Licey. Con un pobre bateo y porcentaje de embasarse, de .182, el inicialista solo ha anotado dos carreras y ha empujado tres.
Por el mismo sendero transita Sean Burroughs, de las Estrellas Orientales, quien solo ha participado en tres encuentros (no incluye el choque de este lunes ante los Leones del Escogido en el estadio Quisqueya). Burroughs, quien ha militado en la primera y tercera base, apenas ha dado dos sencillos en nueve visitas al plato. Batea .222 con una transferencia.