El Tribunal Supremo de India comenzó este jueves con una serie de audiencias que tendrán el objetivo de examinar un grupo de demandas contra el llamado «triple talaq», la controvertida práctica del divorcio islámico, por la que los hombres musulmanes pueden disolver instantánea y unilateralmente sus matrimonios con sólo pronunciar la palabra «talaq» (divorcio) tres veces.
Llamativamente, «Talaq talaq talaq» también vale un divorcio si se envía por correo electrónico o SMS.
De acuerdo con un artículo del diario El País, organizaciones sociales y de Derechos Humanos vienen denunciando que se trata de una práctica discriminatoria para las mujeres y han advertido que, en los últimos años, los casos se han multiplicado.
“Sabemos de miles de casos en los que el “talaq” ha dejado a las mujeres desamparadas y sin lugar a donde ir”
«Sabemos de miles de casos en los que el «talaq» ha dejado a las mujeres desamparadas y sin lugar a donde ir. Muchas madres y sus hijos se quedan sin casa de un momento a otro cuando sus esposos se divorcian de manera unilateral», explicó a través de un informe sobre esta práctica el Movimiento Indio de Mujeres Musulmanas (BMMA por sus siglas en Inglés), una ONG de derechos humanos.
BMMA reveló que una de cada once de las 4.710 mujeres musulmanas entrevistadas sufrió un divorcio provocado por el «triple talaq». También afirmó que las musulmanas en India viven con miedo a quedar en la calle y vivir en el ostracismo social, y hasta el 92% de ellas apoya la anulación de la insólita norma.
Además, las mujeres denuncian que, pese a lo que se dice, se trata de una práctica anti islámica. En efecto, el Corán contempla que tanto el hombre como la mujer inicien un divorcio pero, antes de llegar a ese punto, marca un camino de tres meses que busca la reconciliación de las partes a través de una separación temporal, el diálogo y, si hiciese falta, la mediación de terceros.
En la primera audiencia para revisar la disposición, cinco jueces de distintas religiones (un hindú, un sij, un cristiano, un zoroástrico y un musulmán) se centrarán primero en determinar si el divorcio por «talaq» es constitucional. Una de las claves es aclarar si se trata de un asunto inherente a los derechos humanos o bien a la religión musulmana.
En Pakistán o Bangladesh, países con mayoría musulmana, este tipo de divorcio instantáneo ha sido abolido, lo que no es una buena señal para los fundamentalistas indios.
India, pese a tener una mayoría hindú, tiene más de 180 millones de musulmanes (14% de la población), según datos del centro de estudios Pew Research Center.
Sin embargo, aún los activistas por los derechos de los musulmanes -incluido el Movimiento Indio de Mujeres Musulmanas, que juntó miles de firmas contra el «triple talaq»-, no estarán de acuerdo en que se unificara el código penal en toda India, como se ha discutido por muchos años.
Según ellos, las distintas religiones y etnias deben tener leyes que les permitan mantener sus propios usos y costumbres. También temen que sus vidas sean reguladas por leyes que estén más de acuerdo a las costumbres de la mayoría hindú.
Esta audiencia llega en un momento políticamente sensible, pues en la sociedad india hay un miedo de radicalización hacia el hinduismo, que se ha visto fogoneado por el Gobierno del primer ministro Narendra Modi.
La audiencia sobre la constitucionalidad del «triple talaq» continuará hasta el 19 de mayo y el fallo podría llegar en las próximas semanas.