El Consejo de Seguridad de ONU pidió este lunes diálogo y contención a Estados Unidos e Irán, mientras ambos países siguen responsabilizándose entre sí de la escalada de tensión desatada tras el sabotaje de varios barcos en el golfo Pérsico y del derribo de un dron estadounidense el pasado 20 de junio.
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“Los miembros del Consejo de Seguridad urgen a las partes implicadas y a todos los países de la región (del golfo Pérsico) que ejerciten la máxima contención y que tomen medidas y acciones para reducir la tensión”, aseguró un comunicado leído tras una reunión a puerta cerrada de este órgano, celebrada a petición de EE.UU.
En dicha reunión, a la que no estuvo invitado Irán, Estados Unidos compartió pruebas que según su representante ante la ONU Jonathan Cohen demuestran la implicación de Irán en los ataques contra las embarcaciones en el golfo Pérsico, así como que el dron de EE.UU derribado por Irán no estaba sobrevolando territorio iraní.
Mientras la reunión se llevaba a cabo, el embajador permanente de Irán en la ONU, Majid Takht-Ravanchi, mostraba tres fotografías a los medios acreditados ante Naciones Unidas en las que, según él, quedaba claro que el avión no tripulado de EE.UU. sí estaba sobrevolando aguas iraníes.
Pero según Cohen, el dron, que estaba realizando “labores de vigilancia dadas las recientes amenazas contra embarcaciones”, sobrevolaba la “región de información de vuelo” que es más amplia que el espacio aéreo iraní.
La región de información de vuelo determina el espacio dentro del cual se suministran los servicios de información de vuelo y de alerta.
Asimismo, el embajador estadounidense ante la ONU dijo que los actos de sabotaje contra varios barcos en el puerto emiratí de Fujairah, el 12 de mayo, y los ataques contra dos petroleros en el estrecho de Ormuz, el 13 de junio, solo pudieron ser lanzados por un estado con la capacidad y la tecnología suficientes, y ese estado es Irán. “No hay otra explicación creíble”, concluyó.
“Basado en estas evidencias, está claro para nosotros y lo debería estar para el mundo que Irán fue responsable de los ataques del 12 de mayo y del 13 de junio contra barcos en el golfo Pérsico. Estos ataques suponen una seria amenaza contra la libertad de navegación comercial”, dijo Cohen.
Mientras Estados Unidos compartía los resultados de sus investigaciones con los doce miembros del Consejo de Seguridad a escasos 20 metros, Ravanchi calificaba las acusaciones de sabotaje de “absurdas”.
El diplomático norteamericano también comentó que “su país está llevando a cabo esfuerzos económicos y políticos para llevar a Irán de vuelta a la mesa de negociaciones”.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso este lunes “duras” sanciones al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mientras insistió en su oferta de negociar con él.
Ante esta oferta de diálogo, Ravanchi, que condenó que su país no hubiera estado invitado a la reunión del máximo órgano de la ONU, contestó que su Gobierno no puede entablar un diálogo directo con EE.UU. mientras su país está siendo amenazado.
“Nadie puede aceptar un diálogo con alguien que te está amenazando con más sanciones”, dijo Ravanchi en paralelo a la reunión que el Consejo de Seguridad lleva a cabo para abordar la situación de Irán.
“Mientras dicha amenaza exista”, Estados Unidos e Irán no empezarán un diálogo, ahondó el diplomático iraní que emplazó al secretario general de la ONU, António Guterres a que tome el liderazgo para encontrar una salida a la crisis, juntando a los países de la región bajo el paraguas de la organización multinacional.
Ante la continuidad de las tensiones, que han hecho saltar las alertas ante el temor de un eventual conflicto regional, Francia, Alemania y el Reino Unido hicieron una declaración conjunta al término de la reunión en la que mostraron su “gran preocupación por el aumento de las tensiones en el Golfo” e insistieron en la necesidad de una reducción de las tensión y de que haya diálogo.
“Es en interés de todos mostrar contención”, insistió la troika europea en el Consejo de Seguridad.