El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Paul Ryan, marcó hoy una fecha límite a los legisladores para poner una solución a la crisis fiscal de Puerto Rico, la cual debe ser resuelta, según dijo, en los próximos tres meses.
En un comunicado dirigido a los comités de la Cámara Baja que tienen competencia en el asunto, Ryan les llamó a elaborar una “solución responsable” a los problemas presupuestarios del territorio de la isla antes de que concluya el primer trimestre de 2016.
A pesar de los esfuerzos demócratas para incluir una solución a los problemas fiscales de Puerto Rico en los presupuestos acordados la pasada noche, el proyecto de financiación no contempla finalmente el asunto.
“La crisis fiscal de Puerto Rico es un problema que no va a desaparecer en el corto plazo”, reconoció el republicano.
“Si bien no pudimos acordar incluir cambios que sentaran precedente sobre la ley de bancarrota en esta ley de gastos, entiendo que muchos miembros de ambos lados del pasillo mantienen su compromiso de hacer frente a los desafíos que enfrenta el territorio”, agregó Ryan.
Si bien la propuesta de reconocer en bancarrota a Puerto Rico ha sido respaldada por los demócratas del Congreso, los republicanos se han resistido a esa idea durante meses mientras que la deuda del territorio asciende a 72.000 millones de dólares.
De hecho, los conservadores han argumentado que los problemas de Puerto Rico se deben a años de mala gestión fiscal, y no quieren aliviar las condiciones de su deuda, en la que grandes firmas financieras también han invertido.
Los demócratas esperaban incluir el alivio de Puerto Rico en el proyecto de gastos, algo que finalmente no ocurrió y que ambos líderes demócratas, tanto Harry Reid en el Senado, como Nancy Pelosi en la Cámara Baja, han reconocido como uno de los “defectos” del acuerdo.
“Estamos preocupados por el desconocimiento de la urgencia de la situación en Puerto Rico, donde los ciudadanos estadounidenses están en una situación que hay que abordar”, insistió Pelosi.
“No va a costar ni un centavo al pueblo estadounidense permitir que Puerto Rico reestructure su deuda y declararse en quiebra”, agregó.
Los republicanos del Senado dieron a conocer su plan para ayudar a Puerto Rico a principios de este mes, un texto que no incluye la protección por bancarrota, pero hace disponibles hasta 3 millones de dólares en ayuda federal, junto con una amplia revisión externa de las finanzas de la isla.