Hemos escuchado en repetidas oportunidades que toda persona debería escribir un libro durante su vida. Pero la tarea de plasmar una trama interesante, elocuentemente presentada y con corrección gramatical y semántica no es tarea fácil. Con el advenimiento de los medios de comunicación electrónicos, cumplir esa consigna se impondría con mayor simpleza, pero ¿es así?
¿Qué herramientas básicas se necesitan para cumplir con semejante sueño? Mi reciente diálogo con la licenciada en Letras y escritora Cristina Eseiza busca encontrar la respuesta a ese interrogante.
Cristina Eseiza es la autora de la novela Sol en Leo (Editorial Viajera).
Es una obra escrita en primera persona y que resuena en todo colectivo humano. Sus personajes, que podríamos ser usted y yo en el pasado, son dos niños asustados e inexpertos, irrefrenablemente arrastrados hacia un destino desconocido por las hormonas, el amor y los mandatos sociales.
Sol en Leo refleja la irremediable sensación de dolor existencial, que domina un tramo de la temprana adolescencia en el marco de uno de los claustros educativos con más historia en Argentina: el Colegio Nacional de Buenos Aires.
La escritura es un arte que necesita de un indispensable talento comunicativo, no sin contar con el complemento de la instrucción formal del manejo de las estructuras y riqueza de expresión.
Cristina Eseiza logra dibujar en la mente del lector, el rostro de los personajes, los ámbitos en los que se desarrolla la acción y el sonido que rodea situaciones familiares para la memoria del lector adulto.
