Hackeos, filtraciones, noticias falsas y acusaciones de ciberespionaje. El universo tecnológico vivió muchas revoluciones y la sociedad comenzó a mirar con mayor desconfianza al mundo virtual.
Se empezó a centrar la atención en cómo funcionan los gigantes tecnológicos, se buscó analizar los datos que recolectan y cómo se usan. Se cuestionó su rol a la hora de mostrar información, el modelo de negocios, el impacto que todo esto tienen en la sociedad, en la democracia y en los intereses geopolíticos.
Los medios, los usuarios, los gobiernos comenzaron a preguntarse y a pedir respuestas. ¿Qué pasa con las redes sociales y las fake news? ¿Quién controla a los algoritmos que nos recomiendan lo «mejor» o lo más adecuado a nuestros intereses? ¿Cuál es el límite entre lo público y lo privado?
Este 2018 fue el año en que Mark Zuckerberg, CEO de Facebook y Sundar Pichai, CEO de Google, tuvieron que dar explicaciones (por diferentes motivos) ante el Congreso de Estados Unidos. Fue el año en que Elon Musk fue multado por un tuit que derivó en una demanda por parte de la Comisión de Bolsas y Valores.
Y fue el año en el que se desató un duro enfrentamiento comercial y político entre China y Estados Unidos que derivó en acusaciones cruzadas y hasta la prisión de una directiva de Huawei. Fue un año turbulento para el mundo digital en el que se comenzó a poner la lupa sobre el rol de las empresas de tecnología, los gobiernos y el accionar de los ciberdelincuentes en un entorno cada vez más virtual y, en ocasiones, incomprensible.
1. Facebook y la filtración de datos
Y en los últimos días volvió a ser noticia por una investigación del New York Times que reveló que algunas compañías habrían tenido acceso a los mensajes personales de los usuarios. Esto se supo apenas unos días luego de que se difundiera comunicación interna de la red social donde se hace referencia al acceso privilegiado de anunciantes a la información de los perfiles en la red social.
2. Las noticias falsas
La difusión de noticias falsas a través de las redes sociales fue uno de los temas del año. Durante las elecciones presidenciales de Brasil se registró una ola de fake news impulsadas por simpatizantes de los entonces candidatos Haddad y Bolsonaro. En este último caso, un estudio del periódico Folha de S. Paulo, realizado sobre 1.339 mensajes, indicó que el 97% de las noticias compartidas por WhatsApp por los seguidores del actual presidente de Brasil eran falsas o distorsionadas. Los datos revelan, además, que 6 de cada 10 electores de Bolsonaro se informaron mayoritariamente a través del WhatsApp.
Facebook,a su vez, incorporó algunos cambios para combatir las fake news como es proporcionar contexto de los artículos noticiosos que se ven en el sitio. Este contexto incluye datos del autor y otras notas vinculadas.
Y Google lanzó en marzo un proyecto de USD 300 millones para combatir las noticias falsas y apoyar a los medios que considere fidedignos. «Nuestra misión de construir un mundo más informado está inherentemente asociada al trabajo de los periodistas y los medios», destacó la compañía cuando anunció esta iniciativa de la que participan varios sitios de noticias en todo el mundo.
Pero más allá de estas modificaciones en las diferentes redes, el verdadero desafío es instruir a la población para que sea consciente de que todo lo que ve y consume en la web no es necesariamente cierto. Hay que comenzar a instrumentar cambios para aprender a leer de manera crítica, a dudar y a no apurarse a presionar el botón «compartir» cada vez que se ve o recibe algo en alguna red social.
3. Google: directivos denunciados por acoso y el proyecto DragonFly
Una investigación del New York Times reveló que el creador de Android, Andy Rubin, fue despedido y recibió una indemnización de USD 90 millones tras haber sido acusado de abuso sexual en 2014.
El caso no se difundió en su entonces. Sólo se dijo que el directivo dejaba la empresa pero no se dijeron los motivos. El suyo no fue el único caso. Otros dos ejecutivos: Richard DeVaul y Amit Singhal también fueron acusados por conducta sexual inapropiada. Singhal dejó la compañía con una suma bastante importante y luego de que se difundieran estos casos, en octubre de 2018, renunció a su cargo.
Meng, que estuvo arrestada en Canadá y ya fue liberada bajo fianza, podría ser extraditada a Estados Unidos. En medio de este proceso, tres ciudadanos canadienses fueron detenidos en China. Estas detenciones fueron enmarcadas por la prensa como parte del conflicto diplomático entre los dos países.
5. El enfrentamiento de Estados Unidos con China
A su vez, Huawei fue acusada por Estados Unidos de representar un riesgo para la seguridad en las comunicaciones. A raíz de esto, en agosto el Gobierno prohibió el uso de equipos de esa compañía y de ZTE en dependencias gubernamentales. Las empresas china son señaladas como un riesgo para la privacidad y ellas se defienden diciendo que estas acusaciones son infundadas.
De hecho, una investigación de Bloomberg publicada en octubre, aseguró que el gobierno chino usó microchips instalados en computadoras fabricadas en Estados Unidos para obtener información de gigantes tecnológicos como Amazon, Apple y el Gobierno. Sin embargo las supuestas víctimas salieron a desmentir este informe. Según dijeron hicieron peritajes internos y no encontraron evidencia que prueben las acusaciones hechas en el reporte.
6. Ciberespionaje
Este diciembre se supo que hackers lograron infiltrarse en las comunicaciones de cientos de entidades diplomáticas de todo el mundo. Los piratas informáticos habrían accedido a memorandums de conversaciones de líderes en en Arabia Saudí, Israel y otros países que se compartieron en toda la Unión Europea.
Los piratas se habrían infiltrado en las redes de las Naciones Unidas, la Federación Americana del Trabajo, el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), y los ministerios de Asuntos Exteriores y Finanzas de diferentes partes del mundo. Si bien estos ataques ocurrieron hace varios años, muchas de las organizaciones recién se enteraron de esto hace pocos días.
El ciberespionaje hoy está en el centro de atención. Y su injerencia en la política es algo que se viene analizando en los últimos dos años. En el libro Ciberguerra: cómo los hackers rusos y trolls ayudaron a elegir un presidente, escrito por Kathleen Hall Jamieson se argumenta que los rusos tuvieron una influencia determinante en las elecciones de Estados Unidos.
Por su parte, el Reino Unido acusó al GRUP, el servicio de inteligencia militar ruso de estar vinculado a una serie de ciberataques en todo el mundo, como el producido por BadRabbit. Se trata de un ransomware (que como tal cifra archivos y los vuelve inaccesible para el usuario) que afectó, en 2017, a numerosas instituciones en Turquía, Alemania y Rusia.
Corea del Norte también fue acusado de estar involucrado en varios ciberataques que afectaron a entidades financieras en diferentes partes del mundo. Cabe recordar que esto se enmarca en un contexto de suma tensión entre ese país y Estados Unidos.
7. Elon Musk, sancionado por la Comisión de Bolsa y Valores
Elon Musk pagó una multa de USD 20 millones y tuvo que dejar su puesto como presidente de la junta directiva de Tesla luego de que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos lo demandara por un supuesto intento de fraude bursátil. Fue a raíz de un tuit que publicó en agosto donde dijo que consideraba comprar las acciones de la empresa y que dejar de cotizar en la Bolsa. Unas semanas después desmintió sus dichos.
Según la SEC las declaraciones fueron engañosas y ocasionaron una confusión en el mercado de las acciones de Tesla y, por ende, afectaron a los inversionistas de la empresa. Luego de este incidente, Robyn Denholm fue nombrada como presidenta de la junta directiva de la empresa donde Musk quedó con el puesto de director ejecutivo.