“Los economistas son ahora los referentes intelectuales”

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Esteban Hernández, periodista.

Por extraño que parezca por los títulos que tienen, se reflexiona mucho sobre el presente y el futuro de la cultura en los siguientes libros:Nosotros o el caos. Así es la derecha que viene (Planeta) y El fin de la clase media (Clave intelectual). Ambos libros -el primero presentado recientemente por Joaquín Estefanía y Alberto Garzón- contienen análisis sobre las aspiraciones y las contradicciones culturales en nuestra sociedad actual. El autor de ambos es el periodista Esteban Hernández (Madrid, 1972), que en poco menos de un año ha sacado estos dos notables tratados sobre las formas de pensar y actuar de nuestra época, marcada por la crisis económica y la reformulación de los valores. “La cultura es cada vez menos sostenible. Al igual que desaparece la clase media en esta sociedad, desaparece la cultura con esta erosión”, afirma en una cafetería de un céntrico hotel de Madrid.

Este contexto, calificado por el periodista como un “tiempo nuevo”, surge de un “gran desajuste”. “La clase media contenía un par de promesas, la de que cumpliendo nuestra parte (estudiando, trabajando duro, cumpliendo las normas) nos iría bien, y la de que vivíamos en un mundo que progresaba, y por lo tanto las nuevas generaciones tendrían más oportunidades que las que tuvimos nosotros. En cierta forma, seguimos aferrados a esas promesas, aun cuando ya somos conscientes de que nuestro mundo no tiene nada que ver con eso”, cuenta. Y la cultura es una de las mayores víctimas de este tiempo nuevo: “La clase media de la que veníamos del siglo XX tenía en la cultura un elemento presente, pero hoy en día ha desaparecido. Antes era un elemento de ascensión social para las élites pero ahora estas ya no confían en la cultura”.

Para Hernández, la cultura tenía que ver “con las ideas, las propuestas, los proyectos vitales y el enriquecimiento intelectual”, pero en la actualidad está soterrada bajo los “nuevos intelectuales”. “Estos son los economistas, financieros, cerebros de Silicon Valley… Todos ellos han colocado a la cultura en un plano inferior. Ellos ya marcan la pauta de la cultura con sus ideas”, asegura. “Los economistas son ahora los referentes intelectuales, y además tienen los recursos para intentar realizar sus ideas”, sentencia. En este sentido, en Nosotros o el caos analiza la transformación de las empresas y el entorno político, que se reactualizan en unos tiempos inestables configurando un nuevo conservadurismo. “Si uno examina lo que están haciendo en Sillicon Valley o la aceleración de los procesos vitales a través del entorno financiero, se encuentra mucho más con Johnny Rotten que con Mariano Rajoy. Gente con una carga de utopía y cinismo grandes, y poco racionales. Es una nueva derecha de creencias ciegas y de querer quemar etapas con una actitud punk”.

Tras su paso por La Vanguardia y El Mundo, desde hace años brega con el periodismo cultural en las páginas de la revista musical Ruta 66 y el suplemento Cultura/s. Con este bagaje, uno de los aspectos más interesantes en su ensayo El fin de la clase media es cómo se sirve de la música –su industria, su evolución, sus protagonistas en distintos géneros- para explicar el retrato de los perdedores y ganadores de una sociedad inédita, “en la que el mundo tecnológico y tecnocrático tiene una creencia ciega en una sociedad perfecta” sin el protagonismo del factor humano. “En los contenidos musicales se reflejan de forma particularmente precisa los deseos, aspiraciones y temores de una sociedad, por lo que entendí que eran una fuente de análisis importante a la hora de encontrar pistas sobre nuestro presente”, dice. Bajo el prisma sociológico con el que trata la cultura en cada una de sus reflexiones, deja un apunte con respecto a la música actual: “La música popular hoy, y el rock’n’roll como parte de ella, es conservadora. Le ocurre lo mismo que a la clase media”.

elpais

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