Los emergentes seguirán liderando la subida del PIB mundial pese a la crisis

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La crisis que atraviesan las grandes economías emergentes –Brasil, Rusia, China y Sudáfrica–, salvo India, ha arrojado una sombra de duda sobre el futuro de estos países que, sin embargo, seguirán siendo los principales contribuidores al crecimiento del PIB mundial. Es la conclusión de los expertos convocados en el foro El desafío de los emergentes, organizado por el diario EL PAÍS este viernes en Madrid. «Si hablamos de crecimiento del PIB, éste vendrá de los emergentes, que seguirán aportando más del doble que los países desarrollados», ha señalado Núria Mas, profesora de Economía de IESE Business School. Más ha insistido en la necesidad de diferenciar entre una coyuntura negativa, como la actual, y el potencial de crecimiento de estas economías, que permanece intacto aunque deben abordar procesos importantes de reformas.

En el inicio de la jornada, el director de EL PAÍS, Antonio Caño, ha asegurado que los emergentes «son y van a seguir siendo una referencia para la estabilidad mundial» y una «referencia del nuevo orden, incluso político», como demuestran los profundos cambios que han vivido estas economías en los últimos años, con un creciente papel en los foros económicos y políticos globales.

A diferencia de otras épocas, como reconoce el catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid Emilio Ontiveros, el impacto de la crisis emergente es hoy muy significativo «por su importante peso en la economía mundial». De hecho, el 30% de las ventas de las multinacionales en todo el mundo procede de empresas de países emergentes. Más significativo aún para la economía española. «Buena parte de las empresas clave para configurar los indicadores domésticos y bursátiles en España tienen importantes intereses en América Latina».

Ontiveros también llamó la atención sobre el estrecho vínculo entre las economías de Brasil y Argentina, que previsiblemente procederá a una devaluación de su divisa, lo que puede añadir tensiones financieras a la región. «Si Brasil no se recupera, será muy difícil que Argentina pueda salir de la crisis», apuntó.

Para el director corporativo de Asuntos Estratégicos de la Corporación Andina de Fomento, Germán Ríos, la clave de futuro para los emergentes pasa por cerrar la persistente brecha en infraestructuras y valoró positivamente la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderado por China. «Los organismos financieros que ha puesto en marcha China van a cambiar las reglas del fuego del sistema financiero mundial. Va a permitir a los emergentes capear las crisis con sus propias normas y una financiación propia», apuntó.

Cambio de escenario

Otaviano Canuto, director ejecutivo del consejo de administración del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha enumerado las características de la economía global: la normalización de los tipos de interés en Estados Unidos, “aunque no en otras áreas”; la desaceleración de China, y el fin del “superciclo” del precio de las materias primas. Tres transiciones que, en su opinión, reflejan el fin de un largo ciclo de expansión y, desde 2008, una crisis “que aún no se ha cerrado”.

Además de los retos económicos, durante el foro también se ha analizado el escenario político y los cambios que ha experimentado durante los últimos 15 años. Javier Solana, exsecretario general de la OTAN, ha apuntado que en 2008 la comunidad internacional pasó de relacionarse en base a una confianza estratégica a una confianza puramente táctica. Solana ha puntualizado, no obstante, que, a pesar de la competencia entre las potencias, existe la posibilidad de seguir llegando a acuerdos sobre temas importantes, como la no proliferación –con el acuerdo acerca del programa nuclear iraní- y el cambio climático –con la Cumbre del Clima de París-.

Los ponentes han mostrado su preocupación por la proliferación de populismos que, según ha explicado Pierpaolo Barbieri, director ejecutivo de Greenmantle, nacen de dos fallos de la democracia moderna: la corrupción y la falta de oportunidades. Barbieri se ha referido a los “populismos” de Argentina y Venezuela. “Hubo crecimiento económico en ambos países, pero a partir de la crisis financiera se han visto fallos en ambos sistemas”. Según ha señalado, ambas sociedades han expresado sus ganas de un cambio en las recientes elecciones. Y si bien ha celebrado el cambio de rumbo en Argentina, “con Cristina Fernández de Kirchner, mal que le pese, volviendo a la vida civil”, ha dudado que tal cosa sea posible en Venezuela, “con [el presidente] Nicolás Maduro hablando de castigar al pueblo” por el resultado de los comicios.

Dos expresidentes

El expresidente de Brasil Luiz Inazio Lula da Silva ha defendido la capacidad de recuperación de la economía brasileña ante una «crisis coyuntural que demoró más de lo que debería» y defendió la honestidad de la presidenta Dilma Rousseff ahora que su Gobierno se encuentra afectado por diversos casos de corrupción. «Dilma es una persona de mucho carácter y muy decente», subrayó Lula, pero advirtió que «la crisis política retrasa la adopción de las reformas necesarias» para salir de la crisis. Lula ha mantenido este viernes un diálogo sobre los retos de los países emergentes con el expresidente Felipe González, moderados por el presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián.

A juicio de Lula, el proceso de destitución contra Rousseff «no va a llegar a ninguna parte, es un atentado moral», pero está provocando que la imagen de la economía brasileña en los últimos años sea peor de lo que es realmente. En esa línea, el expresidente González ha hecho un llamamiento a los empresarios españoles para aprovechar la actual coyuntura para «ayudar e invertir en la recuperación brasileña».

Ambos exmandatarios hicieron un llamamiento al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para que inicie un diálogo con la oposición y los sectores productivos por el bien del país y el sistema democrático. «Lo que pasó en Venezuela fue muy importante, es la alternancia. Maduro tiene que aprender que la democracia no es la perpetuación en el poder», apuntó Lula. «Pudiera parecer distinto tras los resultados del 6 de diciembre pero es igual de dramático, hay la misma necesidad de diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición», recalcó González.

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