Con su cuarto título mundial conquistado el sábado en Las Vegas, el neerlandés Max Verstappen sigue avanzando a toda velocidad hacia el olimpo de leyendas de la Fórmula 1, un camino trazado desde que fue un niño prodigio de padres pilotos.
Con sólo 27 años, el talentoso y temperamental Verstappen ya tiene asiento en el club de tetracampeones de Fórmula 1 junto al alemán Sebastian Vettel y al francés Alain Prost.
‘Mad Max’, que no tiene intención de pisar el freno, quiere dejarlos pronto en el retrovisor y acelerar hacia un quinto título como el que consiguió el mítico piloto argentino Juan Manuel Fangio.
Por encima sólo quedaría el récord de siete campeonatos que lograron el alemán Michael Schumacher y el británico Lewis Hamilton.
Nacido el 30 de septiembre de 1997 en Hasselt (Bélgica), Verstappen siempre esquiva en público estas comparaciones históricas en el deporte al que se consagró por herencia familiar.
Su madre, la belga Sophie Kumpen, fue campeona de karting y su padre, el neerlandés Jos Verstappen, un piloto de Fórmula 1 que corrió 107 Grandes Premios entre 1994 y 2003.
«Estaba claro que yo también iba a conducir», recalcó el joven Max a la AFP en 2015, año en el que debutó en la F1 con el equipo Toro Rosso con 17 años y pocos meses.
Esa misma campaña ya se erigió en gran promesa de la velocidad al ser el piloto más joven en tomar la salida de un Gran Premio y también en puntuar.
Los récords de precocidad engordaron con su primer podio y su primera victoria en 2016, campaña en la que fue promovido a Red Bull, la escudería que sigue hoy encabezando.
Su vertiginoso ascenso no careció tampoco de controversias debido a su estilo agresivo de conducción, temerario según algunos colegas del circuito, que pronto le ganó el apodo de ‘Mad Max’.
2021, punto de inflexión
La temporada 2021 vio a Verstappen entrar en una nueva dimensión, con su primer título ganado tras un duelo épico con Hamilton.
Ambos pilotos se enzarzaron en algunas batallas espectaculares, como la espectacular colisión de Monza, cuando el Red Bull del neerlandés acabó encima del Mercedes del británico.
Un nuevo reglamento técnico introducido en 2022, perfectamente aprovechado por Red Bull, facilitó a Verstappen aplastar a la competencia durante más de dos temporadas y amontonar récords.
Sus 15 victorias de aquel año superaron las 13 de Schumacher en 2004 y de Vettel en 2013. La temporada siguiente pulverizó su propia marca al imponerse en 19 de las 22 pruebas del calendario.
La supremacía de Verstappen parecía asegurada también este año cuando subió a lo más alto del podio en siete de las diez primeras carreras.
La racha ganadora, sin embargo, se frenó en seco y los nervios y las quejas sobre el rendimiento de su auto empezaron a aflorar.
Las críticas se sucedieron después de protagonizar varias maniobras agresivas frente a su amigo y gran rival Lando Norris (McLaren).
La primera derivó en una colisión a finales de junio en Austria y después, cuando el británico se acercaba peligrosamente en la clasificación, también en Estados Unidos y en México.
«Ya es suficiente», tronó entonces el director general de McLaren, Zak Brown.
«Sí, adoro ganar. No me gusta perder. Y sí, intentamos maximizar el resultado. Este es mi décimo año en la Fórmula 1. Soy tres veces campeón del mundo, creo que sé lo que hago», respondió Verstappen.
¿Hasta 2028?
«Sé que a Max no le importa lo que piense la gente, pero me entristece cuando maneja así. Es tricampeón mundial, tiene más talento en su dedo meñique del que la mayoría de nosotros hemos tenido nunca, pero el legado que dejará estará manchado por esa actitud y es una pena», lamentó el ex piloto británico Martin Brundle.
A pesar de estas polémicas, el nombre de Verstappen surge ya en los debates sobre el mejor piloto de la historia.
El neerlandés, de su lado, avisa que no se ve pilotando otra década para convertirse en el piloto más laureado y recientemente insinuó que podría bajarse del monoplazas al final de su contrato en 2028.
«Ya he dejado atrás la mitad de mi carrera. Ya veremos si tengo ganas de seguir», afirmó. «No tengo esa necesidad de ganar ocho o nueve títulos», concluyó.