El balance de muertos por el coronavirus en Italia llegó a 52, de los cuales 18 fallecieron en las últimas 24 horas, según el último balance divulgado este lunes por la Protección Civil italiana.
La agencia precisó que más de 2.000 personas han sido contagiadas con el virus, la mayoría se encuentra en la región de Lombardía, en el norte de la península, y 149 ya están completamente recuperados.
Los infectados con coronavirus son 258 más que los registrados en el balance del domingo, de los que la mitad están en cuarentena en sus casas sin síntomas, un 40% están hospitalizados y un 10% en cuidados intensivos, informó el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.
La región de Lombardía, donde los diez municipios del foco siguen aislados en lo que se conoce como “zona roja”, sigue siendo la más afectada y los contagiados ascendieron hasta los 1.254.
También aumentaron los fallecidos con coronavirus en esta región hasta los 38 (el balance de esta mañana los situaba en 31) y todas las víctimas eran personas de avanzada edad, entre los 81 y 94 años, y con otras graves patologías, informó el consejero de Salud, Giulio Gallera.
De los 1.354 casos positivos por coronavirus en Lombardía, 478 permanecen ingresados, 127 reciben cuidados intensivos en el hospital y 472 han dado positivo pero con síntomas leves.
La “buena noticia”, en palabras de Gallera, es que en Lombardía 139 personas con coronavirus ya han sido dadas de alta, dos de ellas procedentes de la “zona roja”.
Las otras regiones más afectadas son Emilia-Romagna con 324 casos positivos y Véneto, con 271, ambas en el norte del país.
Ante la propagación del brote, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, firmó un nuevo decreto en el que impone amplias restricciones en todo el país -al que dividió en zonas de acuerdo la gravedad de la epidemia- tendiente a disminuir la cantidad de casos y a tomar el control de la situación ante las críticas surgidas por el manejo que su administración hizo de la enfermedad. Entre ellas figuran desde el cierre de las escuelas hasta la imposición a las personas a guardar una distancia de un metro entre sí.
Italia quedó dividida en cuatro zonas, una de las cuales es catalogada como “roja” por la cantidad de casos registrados y mayor presencia del virus. Ella comprende los municipios norteños de Bertonico; Casalpusterlengo; Castelgerundo; Castiglione D’Adda; Codogno; Fombio; Maleo; San Fiorano; Somaglia; Terranova dei Passerini. Es en esta región donde las prohibiciones son más duras, por el ejemplo, impidiendo a la población el libre acceso o retiro del territorio municipal, según consignó el diario Corriere della Sera.
En esa «zona roja” también se suspendieron los eventos de cualquier tipo y reuniones en lugares públicos o privados, ya sean de carácter cultural o recreativo. Los servicios educativos en todos sus niveles también han sido cancelados hasta el 8 de marzo, para evitar la propagación del virus entre los estudiantes. Los alumnos tampoco podrán salir del país -o circular por el mismo- para viajes de estudios.
En la “zona amarilla”, en tanto, están comprendidas las regiones norteñas más afectadas, y el resto del país.
Las oficinas públicas y las demás empresas mantendrán interrumpida su habitual actividad, excepto aquellas que desarrollen una labor esencial y estrictamente necesaria, y el servicio de transportes no funcionará por el momento.