Aunque muchas personas usen más la raíz de jengibre por sus propiedades medicinales que por su valor nutricional, no se debe ignorar que este tubérculo es una excelente fuente de ciertas vitaminas y otros compuestos activos. En su estado crudo, el jengibre nos aporta agua (79%), carbohidratos (18%), y en menor cantidad proteínas (2%) y grasas (1%). En una porción estándar de 100 gramos de jengibre podemos encontrar aproximadamente 80 calorías.
Ahora bien, desde el punto de vista nutricional el jengibre es rico en vitaminas como la vitamina C, la vitamina B9, B6 y minerales como el potasio y el magnesio.
Nutrientes esenciales más abundantes en el jengibre:
- Vitamina C o ácido ascórbico (5 mg o el 6% de la DDR): importante antioxidante que interviene en el desarrollo sano de muchos tejidos en el organismo, en el fortalecimiento del sistema inmune y en la prevención de la formación de radicales libres.
- Vitamina B9 o ácido fólico (11 mcg o el 3% de la DDR): nutriente crítico para el metabolismo de otros ácidos y aminoácidos en el cuerpo, así como para el desarrollo y la función cerebral.
- Magnesio (43 mg o 12% de la DDR): mineral esencial para mantener una función nerviosa y muscular saludable.
- Potasio (415 mg o el 9% de la DDR): contribuye a la función adecuada del sistema digestivo y permite la contracción muscular normal.
Otras vitaminas y minerales presentes en este tubérculo son la vitamina E, vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6), calcio, hierro, manganeso, zinc, fósforo y sodio.
Compuestos activos:
Hasta el momento se le han identificado alrededor de 115 componentes bioactivos; entre ellos se destacan los gingeroles, los shogaoles y los zingerones, todos muy estrechamente relacionados. La concentración de estos compuestos puede variar dependiendo del estado en que se encuentra el jengibre, por ejemplo:
- el jengibre crudo contiene altas concentraciones de gingeroles, mientras que el jengibre seco contiene altas concentraciones de shogaoles, pero menos gingeroles.
- en el jengibre cocido, los niveles de gingerol se reducen significativamente ya que pasan a formar zingerones.
A estos tres compuestos fenólicos se les atribuye la mayor cantidad de beneficios medicinales, comenzando por los gingeroles, luego los shogaoles y los zingerones, siendo estos últimos los menos potentes. Gracias a ellos, el jengibre posee excelentes propiedades anti-inflamatorias, anti-eméticas y anti-espasmódicas.
Para aprovechar todo su valor nutricional se recomienda consumir la raíz cruda, ya que durante la cocción se pueden perder varios de sus nutrientes por la exposición al calor, en especial la vitamina C. La exposición a la luz y el almacenamiento prolongado también afectan las propiedades del jengibre.