Cuando una persona cercana a nosotros se encuentra atravesando por un proceso de duelo es muy común que empiecen las dudas de qué decirle y cómo ayudarle. Tal vez pensemos en frases como: “Todo pasa por alguna razón” o “al menos ya no está sufriendo”, pero realmente estas no ayudan, más bien podrían llegar a herirle.
Vivimos en una sociedad donde la muerte es un tabú y no nos gusta hablar de ella. Sin embargo, hay reglas que podemos seguir para ayudar a los dolientes:
Regla 1: No le busques el lado bueno
“Al menos te quedan otros dos hijos”, “al menos ya no está sufriendo”… Al decir este tipo de frase estamos obligando al doliente a buscar lo positivo cuando en ese momento se sienten devastados.
Consejo: Reconozca lo difícil que es la situación que atraviesa y valide sus sentimientos: “No puedo ni imaginarme el dolor que estás sintiendo, pero aquí estoy si necesitas hablar con alguien”.
Regla 2: Nunca les
digas qué hacer
“Tienes que ser fuerte para tu hija” o “eres joven, encontrarás a alguien más”. Nunca le digas a alguien que atraviesa un duelo cómo debe de sentirse. Todos sus sentimientos son válidos porque su proceso de duelo, como para cada uno de nosotros, es único.
Consejo: “Absolutamente todo lo que estés sintiendo y en el momento que lo sientas es normal y válido”.
Regla 3: No se
trata de ti
Algunos al dar el pésame tienden a hablar de lo mucho que la pérdida les ha afectado.
Las personas cercanas al fallecido están atravesando la peor parte del proceso y por mucho que trates de ayudarlos contándoles tus sentimientos, en estos momentos su pérdida es un asunto de ellos.
Consejo: En vez de convertir el duelo de otros en el tuyo, podemos tratar de reconfortar al doliente contándole una pequeña anécdota del fallecido.
A veces puede ser extremadamente gratificante escuchar una historia justo cuando pensábamos que no íbamos a saber nada nuevo del difunto.
Regla 3: Cuidado
con la religión
“Dios te da solo lo que puedes soportar” o “Dios sabe lo que hace”.
Estos tipos de comentarios tienen mensajes profundos que pueden generar conflicto, dan a entender que la persona es débil por sentirse devastada por la pérdida o que Dios les ha arrebatado a ese ser querido.
Consejo: Asegurarnos de que el doliente comparta nuestras ideas religiosas antes de decir cualquier comentario y volver éstos lo más neutros posible. Hay muchísimas formas de apoyar.
A veces los gestos más sencillos, como un abrazo o las frases más clásicas como “lo siento mucho” suelen ser las mejores opciones cuando le queremos dar el pésame a alguien.