¿Qué pasa cuando juegas con tus hijos?

Jugar contribuye al desarrollo sano de tu pequeño, pues permite que su cerebro cree la conexión neuronal necesaria que garantizará respuestas oportunas en su vida adulta

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¿Alguna vez te has preguntado qué tan importante es jugar con tus hijos? Posiblemente no. Sin embargo, debes saber que al igual que la lactancia materna y la buena alimentación, jugar contribuye al desarrollo sano de tu pequeño, pues esto permite que su cerebro cree la conexión neuronal necesaria que garantizará respuestas oportunas en su vida adulta.

Si entre el trabajo, las diligencias y encargarte del hogar no dispones de mucho tiempo para dedicarle a las actividades recreativas con tus hijos, no dejes de leer este articulo para que seas consciente de los beneficios que pueden aportar tan solo 15 o 20 minutos de juego al día y empieces a sacarle provecho a estos días que estarán todos en casa.Beneficios

¿Qué pasa cuando juegas con tus hijos?

Jugar con los más pequeños del hogar produce una larga lista de ventajas o implicaciones que no solo se limitan a los infantes, sino que también involucran a los progenitores. Algunos de los beneficios más relevantes para los niños, según la especialista en Estimulación Temprana del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia, Inaipi, Angie Méndez, son:

-Se crean fuertes vínculos afectivos que se mantendrán durante toda la vida.

-A través del juego, los niños desarrollan su inteligencia según la etapa evolutiva en la que se encuentran, creando así la comprensión social a través de la cooperación del adulto que juega imitando funciones o roles, para dar sentido al mundo exterior.

-Los juegos de movimiento contribuyen al desarrollo físico. Mediante el juego se ejercitan la motricidad gruesa y fina, y se desarrollan las capacidades sensoriales.

-Como los infantes son quienes lideran el juego y deciden qué hacer en cada momento, se sienten capaces, lo que les ayuda a mejorar la confianza en sí mismos.

-A través de las actividades recreativas, aprenden a identificar reglas implícitas y explícitas, así como a identificar los valores y creencias del entorno en el que se desarrollan.

-Cuando el juego es en grupo, aprenden a socializar, negociar, relacionarse con otros y comprender las normas sociales.

-Jugar también los ayuda a ser más tolerantes y a aprender a cometer errores.

En el caso de los padres, Méndez cita que a través del juego los progenitores comprenden cómo el niño o la niña ve el mundo que le rodea, lo que les permite crear momentos y situaciones más significativas para los pequeños.

Además, menciona que está comprobado que jugar ayuda a producir en mayor cantidad la hormona de la oxitocina, también llamada la hormona del amor, la cual es la responsable de la felicidad, la empatía y la comprensión. Esto contribuye a que la relación entre padres e hijos sea fuerte, pero sobre todo que el juego sea una actividad de la que ambas partes disfruten.¿Planificar el tiempo para jugar?

¿Qué pasa cuando juegas con tus hijos?

Cuando se aprende a relacionar las actividades diarias con el juego, no es necesario identificar horas específicas para jugar, pues las acciones que el niño o la niña realice como parte de su rutina serán divertidas.

En el caso de aquellos padres que tienen un ritmo de vida complicado y pasan mucho tiempo fuera de casa, la experta del Inaipi recomienda que, aparte de realizar las acciones como un juego, dediquen de manera planificada entre 15 y 20 minutos para jugar con los niños.

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