La presidenta Dilma Rousseff negó hoy (20) lo que dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien afirmó ayer que el gobierno brasileño está involucrado en el mayor escándalo de corrupción en el mundo.
“En primer lugar, no voy a comentar las palabras del presidente de la Cámara. En segundo lugar, mi gobierno no está involucrado en ningún escándalo de corrupción. No es a mi gobierno que acusan actualmente”, dijo en una conferencia de prensa en Finlandia.
Cuando se le preguntó si Petrobras es una empresa de su gobierno, la mandataria contestó: “No es la empresa Petrobras la involucrada en el escándalo. Son las personas que practicaron corrupción, y ellas están detenidas.”
Rousseff dijo que el objetivo de la oposición es paralizar al gobierno, pero que el gobierno no será paralizado “no importa cuantos pedidos de destitución se hagan”.
Las declaraciones de la presidenta se hicieron durante una entrevista al lado del presidente finlandés Sauli Niinistö.
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