«En los últimos cinco días, los aviones rusos destruyeron más de 1.000 camiones cisterna que transportaban crudo a refinerías controladas por la agrupación terrorista Estado Islámico (ISIS)», declaró a la prensa el vocero del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashenkov.
Según el militar, junto a la ciudad de Raqqa, la «capital» de la organización yihadista en Siria, fueron detectadas dos columnas de camiones cisterna que transportaban petróleo y fueron atacadas por cazabombarderos Su-34.
En esa misión aérea, agregó, fueron destruidos más de 80 vehículos de los terroristas.
Poco antes, Konashenkov informó que este fin de semana los aviones rusos emplazados en la base aérea siria de Jmeimim lanzaron cerca de 500 ataques contra instalaciones de los grupos terroristas que actúan en Siria.
«Aviones de la Fuerzas Aeroespaciales de Rusia realizaron 141 misiones de combate y atacaron 472 instalaciones de los terroristas en la provincias de Alepo, Damasco, Idlib, Latakia, Homs, Raqqa y Deir al Zor», precisó.
Agregó que todos los aparatos que participaron en las operaciones regresaron sin novedad a su base.
El presidente ruso, Vladimir Putin, había ordenado el martes de la semana pasada ataques masivos contra el ISIS, luego de que se conociera que la catástrofe de un avión ruso con 224 personas a bordo a finales de octubre en Egipto se debió a un atentado yihadista.
El Estado Islámico (ISIS) publicó fotografías del supuesto artefacto explosivo fabricado con una lata de refresco y anunció que Rusia se convirtió en objetivo prioritario de sus ataques después de que el Kremlin decidiera intervenir militarmente en apoyo del dictador sirio Bashar al Assad.
Luego de los atentados de París, Putin acordó coordinar las acciones militares en Siria conFrancia, cuyo presidente, Francois Hollande, visitará Moscú el próximo jueves 26 de noviembre.