Tres mujeres chinas eligieron recibir la vacuna anticovid

Al menos cientos de miles de chinos ya recibieron la vacuna de Sinovac o las del laboratorio público Sinopharm.

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La vacuna contra el covid-19 que recibieron no es más que experimental. Pero, al igual que miles de sus compatriotas, tres chinas superaron todas sus dudas y se vacunaron antes de viajar al extranjero.

Estas mujeres eligieron inyectarse la «CoronaVac» del laboratorio Sinovac, uno de cuyos ensayos en humanos fue suspendido durante dos días en Brasil tras la muerte de un voluntario, que podría tratarse de un suicidio.

«No, no tengo la impresión de ser una cobaya», afirma a la AFP Wu Yilu, una estudiante de 20 años que dice que confía en la biotecnología china.

Aunque el nuevo coronavirus apareció en China el año pasado, el régimen comunista, que adoptó medidas radicales para frenar la epidemia, insiste en este éxito con ayuda de mucha propaganda.

El contraste con la situación de los países occidentales no ha pasado desapercibido para Wu Yilu, que volverá en enero a Inglaterra, donde estudia economía en la universidad de Birmingham.

Cuando se enteró de que su ciudad de Jinhua, en la provincia de Zhejiang (este), proponía vacunas, fue a informarse a un hospital. Al día siguiente, ya tenía cita.

La joven firmó un formulario donde reconocía los riesgos potenciales y entregó documentos que probaban que viajaba al extranjero, antes de que una enfermera le pusiera la inyección.

«Si las autoridades proponen vacunar, quiere decir que es eficaz y seguro», afirma Wu Yilu, que dice que no tiene «ningún efecto secundario» tras tres semanas.

«Puede que solo sea eficaz un tiempo. Pero no es peligrosa», según la estudiante, que pagó 456 yuanes (58 euros; 69 dólares) por dos inyecciones.

‘Tenía dudas’ 

El CoronaVac forma parte de las vacunas más avanzadas en el mundo, muy cerca del gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, quien la semana pasada anunció que su producto tenía una eficacia del 90%.

La vacuna de Sinovac está igualmente en «fase 3» de los ensayos en humanos, la última etapa antes de su homologación, que implica a miles de voluntarios en Brasil, Indonesia y Turquía. En noviembre deben publicarse resultados preliminares.

China autoriza desde julio, para los casos «urgentes», las vacunas experimentales. Al menos cientos de miles de chinos ya recibieron la vacuna de Sinovac o las del laboratorio público Sinopharm.

«Me daba miedo, tenía dudas, debido a los potenciales efectos secundarios y por el hecho de que la vacuna quizás no garantiza inmunidad», afirma a la AFP Mia Yu, estudiante de 27 años que vuelve a la Universidad de Sheffield, en Inglaterra.

«Pero también veía que había 20.000 casos diarios en Reino Unido», explica esta habitante de Jiaxing, otra ciudad de Zhejiang, que lanzó la campaña de vacunas.

«Tuve dolores musculares y una sensación de debilidad. Pero tras dos semanas, prácticamente han desaparecido», explica.

 ‘Ignorancia’ 

Solo China y Rusia autorizan por ahora el uso urgente de vacunas contra el covid-19 que no han terminado los ensayos clínicos.

En las redes sociales chinas, algunos celebran estas campañas. Otros las consideran prematuras. En el extranjero, científicos e internautas expresan su escepticismo.

«Es la ignorancia lo que provoca el miedo», responde a la AFP Jin, de 35 años, que se vacunó con CoronaVac.

«Antes de vacunarme, me informé mucho», afirma esta ejecutiva de Décathlon, que quería tener esta «protección suplementaria» antes de acceder a su puesto en diciembre en Montreal.

Recuerda que la vacuna de Sinovac es de tipo «inactivado», que significa que no contiene el virus vivo, sino una versión desactivada, suficiente para garantizar una protección inmunitaria.

Pero el riesgo cero no existe.

Si adultos sanos «se vacunan con una vacuna experimental cuya eficacia no está aún totalmente demostrada», esta puede «resultar ineficaz y provocar también graves síntomas» si la persona está infectada con el virus, explica Yanzhong Huang, especialista en el Council on Foreign Relations.

Igualmente existen riesgos de «reacciones alérgicas», precisa Peter Hotez, decano del colegio de medicina tropical en el Baylor College of Medicine de Houston (Estados Unidos).

«Es importante terminar la fase tres para confirmar la eficacia e inocuidad» del producto, señala.

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