Las quejas de los ciudadanos dominicanos sobre el proceso para la solicitud y renovación de pasaportes siguen a la orden del día debido a las largas filas que se forman desde tempranas horas de la mañana en las oficinas principales de la Dirección General de Pasaportes, DGM.
Pese a la implementación del proceso de renovación a través de la web, los usuarios deben seguir asistiendo de manera presencial a completar el proceso, tanto para completar el proceso de las huellas, como para la recogida del documento, obligando a las personas a solicitar permisos en sus distintos puestos de trabajo para obtener un documento en una oficina gubernamental.
Algunos usuarios han reportado que luego de pasar horas esperando en las oficinas de la DGM, han tenido que salir de las oficinas sin poder completar el proceso, por lo que se ven en la necesidad de reagendar una cita y retrasar la solicitud, teniendo que solicitar dos permisos laborales en una misma semana.
Problemas con la solicitud digital
Ana Ruíz (nombre ficticio), reportó a Diario Libre que mientras se encontraba realizando la solicitud digital para renovar su pasaporte el pasado mes de octubre, el proceso fue «bastante cuesta arriba».
Detalló que tuvo que tomarse tres fotografías diferentes por las cuales tuvo que pagar y que el sistema nunca se las recibió, teniendo que agendar una cita para poder tomársela en la DGM (que también tuvo que pagar), la cual el sistema también rechazó, indicándole que «no se le veían bien las orejas», por lo que tuvo que volver a las instalaciones de Pasaporte a tomarse una nueva fotografía.
«Es una pérdida de tiempo y también es muy agotador dar tantos viajes para renovar un documento que todo ciudadano va a solicitar en algún momento de su vida», dijo la señora Ruiz.
Ruíz, de 72 años dijo que pesar de ser un adulto mayor, llegó a las oficinas a las 6:00 a.m. a recoger su pasaporte para asegurarse de ser una de las primeras en tomar un turno.
«La espera para recoger es más corta, pero el tiempo de espera también es largo para una persona de mi edad y no puedo enviar a nadie a recogerlo por mí, pero tampoco hay un servicio de mensajería que se pueda utilizar», finalizó la señora Ruíz.
