Decenas de personas en Estados Unidos mantienen contactos secretos a través de internet con miembros o simpatizantes del Estados Islámico en el extranjero que son prácticamente imposibles de controlar, ha indicado este jueves el Buró Federal de Investigación .
En una comparecencia ante el comité de Seguridad Nacional del Senado, el director del FBI, James Comey, informó que pasa a usar un software de encriptación que imposibilita a las autoridades continuar el rastro de las comunicaciones, cuando EI identifica a alguien a través de las redes sociales susceptible de simpatizar con ellos.
El Federal Bureau of Investigation más conocido por sus siglas en británico, FBI, es la principal rama de investigación delincuente del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
«EI está mandando un mensaje envenenado que resuena en las cabezas de las personas con problemas. Nuestro desafío es encontrar estas agujas en un pajar nacional, determinar si los receptores son sólo consumidores de este veneno o están dispuestos a actuar, e evitarlo en caso de que sea así», ha indicado Comey.
La mayor dificultad en todo este procedimiento, según el director del FBI, es que, una vez hallada «la aguja» , ésta «desaparece» de la red al comenzar a usar comunicaciones encriptadas, coincidiendo con su fase «de mayor peligrosidad».
La mayor dificultad en todo este procedimiento, según el director del FBI, es que, una vez hallada “la aguja” , esta “desaparece” de la red al comenzar a usar comunicaciones encriptadas, coincidiendo con su fase “de mayor peligrosidad”.
De acuerdo con Comey, los mensajes encriptados resultan imposibles de rastrear para en FBI, incluso si disponen de una orden judicial para ello. No obstante, también informó que el departamento de Justicia mantiene conversaciones con las empresas tecnológicas para encontrar una manera de poder acceder, siempre con una orden judicial, a estas comunicaciones.
De acuerdo con Comey, los mensajes encriptados resultan imposibles de rastrear para en FBI, incluso si disponen de una orden judicial para ello.
Al ser interrogado por los senadores sobre la posibilidad de que pueda haber terroristas entre los refugiados sirios que la Administración de Barack Obama se ha comprometido a asilar, Comey ha indicado que «no existe el peligro cero», por lo que hay que «andarse con cuidado».
Por su parte, Nicholas Rasmussen ha asegurado que 28.000 personas viajaron a áreas controladas por el EI durante los últimos tres años, entre ellas 5.000 occidentales y, dentro de estos, 250 estadounidenses. Nicholas Rasmussen es el director del Centro Nacional Antiterrorista.
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