El Grupo de Lima impulsa el envío de ayuda humanitaria a Venezuela

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anuncia una partida de 53 millones de dólares y califica de "dictadura" el régimen de Nicolás Maduro

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La constelación de países americanos que reclaman la marcha de Nicolás Maduro y reconocen a Juan Guaidó como presidente de Venezuela elevó este lunes, en la reunión del Grupo de Lima en Ottawa (Canadá), la presión sobre el líder chavista, al poner todo el foco en la ayuda humanitaria —que este trata de bloquear— y señalarlo como responsable de cualquier intervención militar. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anfitrión de la cita, calificó el régimen de Maduro de “dictadura inaceptable” y anunció una partida de 53 millones de dólares estadounidenses en asistencia a Venezuela, que se suman a los 20 previamente anunciados por la Administración de Donald Trump. México, que junto a Uruguay mantiene una postura neutral, no acudió a la cumbre.

La reunión de urgencia convocada por el Grupo de Lima, formado en agosto 2017 por 14 países americanos para abordar la crisis de Venezuela, se celebró el mismo día en que el líder de la Asamblea Nacional venezolana recibía un gran espaldarazo internacional con el reconocimiento —ya oficial y explícito— de todas las grandes potencias europeas salvo Italia, que se suman a Estados Unidos, Canadá y una docena de países del continente americano. A la cumbre de este lunes en la capital canadiense, de hecho, acudieron, además de los socios del grupo, representantes de Reino Unido, España, Alemania, Francia, Portugal y Holanda, entre otros.

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Pese a la creciente presión, el Ejército venezolano sigue respaldando a Maduro, que se niega a convocar elecciones y rechaza abrir un canal humanitario para distribuir la ayuda procedente de esos mismos países que le niegan la legitimidad como mandatario. Bajo la pugna por la ayuda subyace un pulso mucho más político: la población venezolana vive en una situación casi límite, con un retroceso económico de alrededor del 50% en los últimos cinco años (algo difícil de asumir en países que no se han visto golpeados por una guerra) y una hiperinflación que prácticamente ha roto el sistema de precios.

Más de dos millones de personas han tenido que dejar el país sudamericano en los últimos años. Para la oposición antichavista y los numerosos países y organizaciones internacionales que la apoyan, es urgente que la sociedad venezolana no sufra aún más con las sanciones impuestas al régimen —sobre todo desde Washington y Ottawa— y a las consecuencias de dejar de reconocer como presidente al líder chavista, cuyo acceso a infinidad de activos y cuentas ha quedado bloqueado.

“Venezuela tiene ahora un presidente legítimo y una vía constitucional para celebrar elecciones”, afirmó Trudeau al inicio de la reunión, durante el discurso abierto a la prensa. El mandatario canadiense criticó también la “dictadura” de Maduro: “Usa la violencia y el terror para mantenerse en el poder”.

Hay un papel de villano en juego, y la comunidad internacional necesita asegurarse de que siga asignándosele a Maduro. EE UU y Colombia están coordinando un primer intento de introducir un envío de ayuda esta misma semana en el país sudamericano, lo que pone a las fuerzas armadas en el brete de impedirlo y, con ello, impedir que lleguen a la población alimentos y medicinas.

Al mismo tiempo, la oposición y los países que la apoyan tratan de evitar a toda costa que la crisis se acabe resolviendo a través de una intervención militar, una opción que la Casa Blanca sigue sin descartar pero que suscitaría mucho menos apoyo internacional. La pregunta en torno a ese extremo no deja de repetirse conforme pasan los días, la inestabilidad se agrava y Maduro no cede. En declaraciones a la prensa, Alan Duncan, secretario de Estado para Europa y las Américas de Reino Unido, aseguró este lunes que no se había mencionado esta posibilidad en el encuentro, aunque señaló que “la respuesta está en manos de Maduro”.

México optó por no acudir a la cita de Ottawa al considerar que la posición del Grupo de Lima no es compatible con un diálogo basado en la neutralidad, según fuentes diplomáticas del país norteamericano. México impulsa un encuentro este jueves en Montevideo con los países del Caribe y participará en las reuniones del grupo de contacto de la UE en la capital uruguaya. El Gobierno de López Obrador, que en la anterior reunión del Grupo de Lima se abstuvo de rechazar el nuevo mandato de Maduro, considera que este organismo no cree en el esfuerzo de diálogo.

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