En un encuentro vibrante, el serbio logró imponer su talento en los momentos claves y así alcanzó su quinta final consecutiva en torneos grandes y la segunda en el certamen australiano, donde defiende el título conseguido en 2015 y busca su sexta corona.
En las semifinales del primer Grand Slam del año, Novak Djokovic superó por 6-3, 6-2 y 6-4 a Kei Nishikori en poco más de dos horas y siete minutos de juego y se enfrentará ante el suizo Roger Federer por un lugar en el encuentro definitorio.
Tras conseguir la primera manga con un golpe en el momento justo, Djokovic controló desde el comienzo el segundo parcial. En el set definitivo apareció lo mejor del japonés, que comenzó quedándose con el saque de su adversario en el segundo game.
Pero en una sucesión de quiebres, el serbio impuso su jerarquía y se llevó el juego con un 6-4, con una clara mejoría en los errores no forzados. Cometió solo 27 luego de los 100 que tuvo ante Gilles Simon.
En las semifinales, Djokovic se enfrentará ante Roger Federer, en lo que será el encuentro 45° entre ambos, con 22 triunfos por lado. Los últimos dos choques fueron en el Masters de Londres, con una victoria del helvético en la fase de grupos y una del uno del ranking en la final.
Más temprano, el suizo superó al checo Tomas Berdych por 7-6, 6-2 y 6-4 con su habitual clase de tenis de categoría superior y buscará volver a ganar un Grand Slam tras más de tres años de sequía.
