Borraron 23 murales durante reparación de escuela República de Uruguay, en Santo Domingo

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Mural de Eligio Pichardo

Unos 23 murales realizados por el destacado artista dominicano Eligio Pichardo subyacen hoy bajo una capa de pintura de color azul aplicada durante la remodelación de la Escuela Primaria República del Uruguay.

La eliminación de las obras de arte se produjo a pesar de esfuerzos  infructuosos de autoridades regionales y distritales por lograr la conservación y restauración de estos bienes culturales, alertando sobre el grave deterioro que ellos presentaban y la amenaza a la que estaban expuestos debido al proceso de reconstrucción del plantel.

Sin embargo, al regreso de las vacaciones de verano, docentes, estudiantes, así como el recién instalado director del centro educativo, se sorprendieron al no hallar las valiosas pinturas que decoraban cada una de las aulas.

De acuerdo a su director, al parecer, durante las labores de pintado y mantenimiento, obreros dejaron sepultados los 23 murales. Hasta el momento se desconoce si alguna autoridad pertinente autorizó las acciones detalladas anteriormente.

Expertos en la materia dicen que la oportunidad es propicia para llamar la atención del Ministerio de Educación y sus funcionarios,  sobre la pérdida constante y reiterada del patrimonio artístico dominicano que reposa en algunos centros escolares, tanto en la ciudad de Santo Domingo, como en algunas provincias del país.

Los murales

En la década de 1950, la entonces Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos, contrató al artista plástico Eligio Pichardo, recién graduado de la Escuela Nacional, para la ejecución de más de 75 murales que serían distribuidos en diversos centros de estudios: Liceo Estados Unidos de América, Escuela República Dominicana y la Escuela Primaria República del Uruguay.

Estos planteles escolares formaron parte de los denominados «Palacios Escolares», los cuales eran edificaciones que el gobierno trujillista levantó en todo el país durante el denominado Plan Bienal de Construcciones Escolares. “Estas iniciativas, junto al Plan de Alfabetización del Gobierno son, probablemente, las acciones más importantes que se realizaron en el orden educativo durante mucho tiempo, tanto por la lógica con que fueron concebidas y ejecutadas como por la gran incidencia que iban a tener en el país y en la sociedad dominicana durante muchas décadas”.

La inauguración de los murales se realizó conjuntamente con cada uno de los centros escolares en los primeros años de la década de los ’50.

La historiadora de arte Paula Gómez, al escribir sobre el artista y los murales que éste realizó, señala: “Cuando en 1951 Pichardo recibe el encargo de las pinturas murales aún se encuentra ubicado en el período inicial de su desarrollo pictórico y comprometido con un proceso de experimentación de nuevas formas que no abandonó jamás.  Estos murales son una muestra reveladora del dominio temprano que poseyó Eligio de la pintura y de su inserción a través del tratamiento de la forma en la plástica moderna.”

En el Liceo de Educación Intermedia Estados Unidos de América, los temas pictóricos recrean episodios inspirados en la afamada novela «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha», de Miguel de Cervantes, usando la técnica al seco directamente sobre el muro. En los mismos se presencian figuras  caricaturizadas que transmiten, bajo una atmósfera heroica,  las andanzas del personaje más universal de la literatura española, asignándoles sus propios códigos, integrando elementos puramente expresivos, manejados con toda la arbitrariedad y originalidad, no en función de la realidad, sino del arquetipo o ideal que el artista se ha imaginado.

De acuerdo al crítico rumano Horia Tanasescu: “Los murales del Liceo Estados Unidos de América son capaces de estimular la mejor imaginación de los alumnos que desarrollarán sus labores cotidianas bajo el símbolo más impresionante del genio español…”

En 1952 Eligio Pichardo pintó un segundo conjunto de 24 murales en la Escuela Primaria de Niñas Julia Molina, hoy Escuela Primaria República del Uruguay, en el populoso barrio de Villa Francisca, recreando en el salón de actos, en el comedor y en numerosas aulas, temas alusivos a la historia precolombina y republicana del país, del arte, del desarrollo industrial y de la educación.

En 1953, realiza 36 pinturas murales en el denominado Palacio Escolar República Dominicana., los cuales aludían a episodios de la vida del cacique Enriquillo referidos en la novela de Manuel de Jesús Galván. De estos sólo sobreviven unos pocos murales, pues en la décadas del 1990, en una jornada de remodelación de la actual Escuela, la mayoría fueron borrados.

Este patrimonio pictórico representa la cultura histórica de una sociedad, su conocimiento y disfrute intelectual.  Tanasescu, señala que: “A veces, él –Pichardo— sigue la tradición, pero otras, se aleja de ella violentamente dando a las figuras fisonomías, facciones de máscaras antiguas y a las escenas típicas y casi obligatorias, interpretaciones peligrosamente distintas.  Otras veces, realismo y fantasía se mezclan en el mismo cuadro, tratando él algunos de los elementos de una manera esquemática y caricaturesca y otros con toda la aplicación cuidadosa de un estudio académico”.

EL ARTISTA

Eligio Pichardo en plena labor de elaboración de los muralesOscar Darío Pichardo González, mejor conocido como Eligio Pichardo, nació en la ciudad de Salcedo en el año de 1929. En 1945 ingresa a la recién creada Escuela Nacional de Bellas Artes. Poco tiempo después de finalizar sus estudios, es contratado por la Secretaria de Estado de Educación Pública y Bellas Artes para realizar alrededor de 80 pinturas murales para la decoración de los interiores de distintos planteles escolares en Santo Domingo.  Dando inicio a una labor artística de gran intensidad y convirtiéndose en uno de los precursores del desarrollo de la pintura mural en el país.

Entre las edificaciones decoradas por Pichardo se encuentran el Liceo de Educación Intermedia Estados Unidos de América (Gazcue); la Escuela Primaria de Niñas Julia Molina, hoy Escuela Primaria Uruguay (Villa Francisca) y el Palacio Escolar República Dominicana en el sector de Villa Juana.

En 1951, el mismo año que realizaba los murales correspondientes al Liceo Estados Unidos de América, con una obra titulada “Romería”, participa en la I Bienal Hispanoamericana de Arte, celebrada en Madrid, obteniendo el  Premio Nicaragua. Para 1958 obtiene el primer premio en la IX Bienal Nacional con la obra “El sacrificio del chivo”, de acuerdo a la crítica e historiadora del arte Jeannette Miller esta obra “…marca la entrada formal del modernismo en la pintura dominicana”.

En el año de 1960 se radica en New York, en donde entra en contacto con las obras de artistas como Francis Bacon, Pablo Picasso y Jean Duduffet, además de frecuentar los ambientes artísticos y los grandes museos de la ciudad.  Experiencia que determina en su obra una progresiva revitalización, la cual recibe favorablemente la valoración de influyentes críticos de arte tales como Steward Preston del diario “The New York Times” a raíz de la exposición celebrada en “The Comtemporary Gallery of New York”.

almomento.net

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