Cinco puntos para cuidar la salud de tu perro

¿Acaso tu perro no es uno más de tu familia? Mira estos cinco consejos que te ayudarán en el cuidado y en la crianza de tu mascota

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Los perros no solo son nuestros mejores amigos, para muchos de nosotros es uno más de nuestra familia, ¿no es cierto? Y por eso debemos prestarle atención a su cuidado, a su crianza, a su alimentación y a su educación. Es por eso que tenemos cinco consejos que te ayudarán en todos estos aspectos ¡Y nunca te olvides de despejar todas tus dudas con un veterinario!

No humanices su alimentación

Este es un error muy frecuente entre muchas familias que deciden adoptar un perro. Cuidamos mucho de su alimentación, pero a veces tendemos a humanizarla. Y los perros no pueden llevar una dieta similar a la nuestra, su nutrición debe ser atendida de otra manera. Esto no quiere decir que solo debas darle alimento balanceado y no puedas darle comida casera ¡claro que puedes! Pero debes estar atento a no desorganizar su dieta. Consulta con su veterinario que puedes cocinarle y como puedes dárselo. No se trata solamente de carne o arroz.

No humanices el trato

Trata a tu perro como lo que es: un perro. Esto no significa tratarlo mal ni mucho menos ¡puedes tratarlo con muchísimo afecto y cariño de todas maneras! pero debes estar atento a que no es saludable para ellos que los trates como humanos. Ellos no piensan como los humanos y tampoco tienen nuestros criterios de conducta. Que un perro haga algo que consideramos «malo» no implica que lo haga por maldad: puede hacerlo simplemente porque está aburrido, inseguro o tiene miedo. Se amable con ellos, pero firme. Manten los límites y te respetarán aún más.

Dedícale tiempo a jugar

El perro necesita jugar, necesita distraerse y usar sus energías. Es una actividad fundamental para su desarrollo y no podemos evitar prestarle la atención que se merece. El perro canaliza sus energías y su instinto a través de las rutinas de juego. Se distrae, pero además en algunos juegos como los de persecución, replica conductas típicas de la caza. Dedícale el tiempo suficiente a jugar con tu perro ¡Además también te divertirás con él!

Pasea a tu perro

Aunque tengas mucho espacio donde el perro pueda jugar, por ejemplo un jardín, no debes abandonar la rutina de sus paseos. Es que en sus paseos no solo aprovechará para ir al baño, sino que tendrá tiempo y espacio para sociabilizar, distraerse, encontrarse con otros perros y personas. Fortalece nuestro vínculo con ellos y evita que se excacerben ante situaciones cotidianas. Además hay un factor más que importante: entrenan su olfato, que es tan importante como para los humanos lo es la vista. Dejalo que olfatee todo lo que necesite.

Llevalo al veterinario

¿Tu tienes la rutina de ir al médico? Aunque no te sientas mal, de todas formas recurres periódicamente a hacerte chequeos, ¿no es cierto? Pues lo mismo debes hacer con tu perro. No esperes a observar un malestar o un cambio en su conducta. Llévalo periódicamente, controla sus vacunas, desparasitalo y chequea que todo vaya bien. De esta manera, su vida también será más saludable.

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