La moda de principios de milenio, como minifaldas y pantalones a la cadera, botas y sombreros vaqueros, y mucho croché, que es tendencia este año, se impuso en el primer día de la edición 23 del Festival de Coachella, que reunirá a artistas como Lana Del Rey y Peso Pluma.
Probablemente las tibias temperaturas en la ciudad desértica de Indio (California, EE.UU.), que oscilaron entre 25 a 33 grados Centígrados (77 y 93 grados Farenheit) para el primer fin de semana impulsaron a sus asistentes a elegir este tipo de atuendos, entre los que predominan el color blanco y las faldas y pantalones muy cortos o «hot pants».
Hace diez años que Lana Del Rey no se presentaba en el que es considerado uno de los festivales de música más reputados de la industria, pero su presencia, junto a grupos como No Doubt o Tyler, the Creator, marcaron tendencia entre los asistentes.
«Hoy nos vestimos de blanco por Lana, porque ella usa mucho blanco, encajes y tiene una vibra muy ‘coquette’, para Tyler nos vamos a vestir con mezclilla, como con una vibra muy de los 90, y para Doja Cat vamos a usar colores rojos y negros», dijo a EFE Yorely, de 20 años, quien coordinó su vestuario con el de sus amigos.
El festival es tan popular en sí mismo que muchos de los artistas que se presentan en sus escenarios pasan a segundo plano.
«Solamente estoy aquí por la experiencia, no sé quién se va a presentar, estoy aquí por diversión, pero es increíble la variedad de géneros y música que hay», comentó a EFE Nikki, de 41 años, quien junto a su amiga Kendra, de 39, viajaron desde Michigan (EE.UU) al evento.
«Creo que Coachella es tan increíble porque es un festival enorme y porque le da la posibilidad a las personas de expresarse a través de la moda de una forma que no se puede en la cotidianidad, hay mucha libertad aquí», ahondó Fabián, de 19 años.
Por otro lado, están los seguidores más fieles que prefieren pasar todo el día parados frente al escenario donde tocarán sus bandas favoritas, aunque eso signifique tener que ver artistas que no son particularmente de su agrado.
«Me ha pasado que por la distancia de los escenarios me he perdido en otras ocasiones a mis artistas favoritos. Son las 3.00 de la tarde y Deftones no va a salir hasta las 7.00 de la noche, pero vale la pena esperar», aseguró Lissandra, de 41 años.
El ambiente de fiesta está presente desde temprano e incluso fuera de las instalaciones del Empire Polo Club en donde se lleva a cabo el encuentro.
Hasta los guardias de seguridad, que tienen que estar por horas bajo el sol, mantienen su mejor actitud animando a los asistentes y esperando con ansias el momento en el que acabe su turno para poder tener acceso al festival y ver a algunos de sus artistas favoritos.
«Es mi primera vez trabajando como guardia de seguridad en Coachella, es una gran experiencia, voy a intentar conseguir un autógrafo de Tyler, the Creator para mi novia», comentó Jordie Rose, de 29 años.
Hasta el momento, Rose asegura que no ha visto ninguna anormalidad entre los asistentes, pero confiesa que le divierte poder ver cómo visten los asistentes.
«Es el primer día, no he visto muchas cosas raras, pero estoy seguro de que voy a ver muchas, aunque he visto muchos trajes locos de personas mostrando el trasero», indicó.
El argentino Bizarrap, el dúo francés Justice, y la puertorriqueña Young Miko, entre otros, completan la oferta de este viernes en el festival que se celebrará los fines de semana del 12 al 14 de abril y del 19 al 21 de este mes.