Una nueva ola de innovación tecnológica está profundizando nuestra comprensión de los desafíos ambientales difíciles, y también dándonos nuevas formas de resolverlos. Mientras miles de líderes empresariales y legisladores se reúnen en San Francisco este mes para la Cumbre de Acción Climática Global, estas innovaciones revolucionarias aparecerán en toda la ciudad.
Un ejemplo serán los nuevos enfoques para medir y reducir las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero que libra por libra más de 80 veces el poder de calentamiento a corto plazo del dióxido de carbono. Las emisiones de metano generadas por el hombre son responsables de un cuarto de todo el calentamiento que estamos experimentando hoy.
Eso es un problema, pero también es una gran oportunidad. Una de las mayores fuentes de metano es la industria del petróleo y el gas. De hecho, el gas natural es principalmente metano. Y resulta que la reducción de estas emisiones industriales de metano es la forma más rápida y rentable de reducir la tasa de calentamiento, incluso mientras seguimos trabajando duro para descarbonizar nuestro sistema energético. Pero no lo sabíamos hasta hace poco, o al menos no pudimos probarlo, porque nadie sabía cuánto metano provenía del sector del petróleo y el gas.
Los datos revelan problemas, oportunidades
Hace cinco años, Environmental Defense Fund se propuso medir las emisiones de metano del sector de petróleo y gas de EE. UU. Y lanzó un esfuerzo de investigación científica sin precedentes que involucró a más de 140 investigadores de 40 instituciones, junto con cuatro docenas de compañías de petróleo y gas que proporcionaron acceso al sitio y Consejo. Los investigadores utilizaron una variedad de tecnologías, incluidos los sensores montados en drones, aviones e incluso automóviles de Google Street View, para medir las emisiones en todos los eslabones de la cadena de suministro, desde las cabezas de pozo remotas hasta las tuberías debajo de su calle local.
Los resultados se publicaron en más de 30 artículos de revistas científicas revisadas por pares. Un documento de síntesis publicado este verano en Scienceconcluyó que la industria de petróleo y gas de Estados Unidos emite 13 millones de toneladas métricas de metano cada año, casi un 60% más de lo que estima la actual Agencia de Protección Ambiental. Pero estas emisiones pueden controlarse, a menudo mediante un mantenimiento simple.
Los datos del proyecto han sido fundamentales para convencer tanto a los líderes de la industria como a los formuladores de políticas de que tienen un serio desafío al metano. Los hallazgos ayudaron a dar forma a nuevas regulaciones en estados como Colorado, Wyoming, California y Pensilvania, y políticas a nivel nacional para reducir las emisiones de la producción de petróleo y gas en tierras federales y tribales.
Ahora, estamos usando los datos para mantener la línea contra los intentos equivocados de la administración actual de deshacer esos estándares.
Conducir un objetivo de emisiones globales
En todo el mundo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) calcula que las emisiones de metano de petróleo y gas son de aproximadamente 75 millones de toneladas métricas, suficientes para generar toda la electricidad de África dos veces. La AIE estima que la industria podría reducir esas emisiones en un 75% utilizando las tecnologías existentes (dos tercios de las cuales sin costo neto).
En EDF pedimos una reducción del 45% en las emisiones mundiales de metano de petróleo y gas para 2025. Eso tendría el mismo beneficio climático de 20 años que cerrar un tercio de las plantas de carbón del mundo. Los resultados en tal escala son concebibles gracias a la creciente digitalización en la industria. Por ejemplo, los sensores confiables y de bajo costo, el monitoreo remoto y el Internet-of-things del campo petrolero pueden ayudar a las compañías de energía a reducir las emisiones (y eliminar el desperdicio de gas vendible al mismo tiempo).
Para ayudar a lograr estos prospectos, EDF está trabajando con Shell y Equinor (anteriormente Statoil) para probar tecnologías de monitoreo continuo desarrolladas por empresarios que participaron en nuestro Desafío de monitoreo móvil. También nos hemos asociado con la Universidad de Stanford y ExxonMobil para analizar las tecnologías de detección móvil utilizando aviones y drones.
La transparencia basada en datos está generando competencia dentro de la industria misma. En abril, BP estableció su primer objetivo cuantitativo de metano. El mes pasado, ExxonMobil se comprometió a reducir las emisiones y los volúmenes de gas quemado. Shell, Qatar Petroleum y otros productores también se han comprometido a reducir las emisiones de metano en toda la cadena de suministro de gas natural.
Dirigiéndose al espacio
Ahora estamos empujando la envolvente tecnológica aún más lejos, desarrollando MethaneSAT, una misión de satélite que se lanzará en 2021, y diseñada para mapear y medir continuamente las emisiones de metano con precisión exacta casi en cualquier parte del planeta. MethaneSAT hará posible ‘ver’ las emisiones en lugares donde es difícil rastrearlos hoy.
Los datos de MethaneSAT estarán disponibles de forma gratuita para cualquier persona. Ayudará a países, empresas y ciudadanos a detectar problemas, identificar oportunidades de reducción y medir el progreso a lo largo del tiempo.Es solo una de varias herramientas de monitoreo de metano basadas en el espacio que se están trabajando. La Agencia Espacial Europea, por ejemplo, lanzó su satélite TROPOMI en 2017. Una compañía privada llamada GHGSAT tiene un satélite en órbita y otro que se lanzará dentro del año.
Algunos han comparado esto con una nueva carrera espacial. Pero lo veo como una ola de cambio transformacional que surge de múltiples nodos en un ecosistema de innovación. Cada uno tiene capacidades diferentes, pero complementarias, que juntas ofrecen múltiples flujos de datos para pintar una imagen inexpugnable del problema.
Así como hemos utilizado los datos de metano de EE. UU. Para impulsar nuevas políticas y mejores prácticas comerciales, utilizaremos los datos de MethaneSAT y nuestros aliados para ayudar a alcanzar nuestra meta de reducción del 45% para 2025 y nuestro objetivo de eliminar virtualmente las emisiones de metano de la industria para 2050 .
Sensores, sensores en todas partes
Estamos implementando tecnologías de sensores avanzadas para ayudar a crear un entorno más saludable de otras formas, desde automóviles de Google que mapean la contaminación del aire y sus efectos sobre la salud hasta pulseras que se pueden llevar puestas en el cuerpo que registran su exposición diaria a productos químicos.
En otros lugares, los minoristas y las marcas de consumo están utilizando blockchain para mejorar la rendición de cuentas y la sostenibilidad en cadenas de suministro lejanas. Los sensores pueden ayudar a los agricultores a reducir la cantidad de productos químicos en sus campos, y los «barcos inteligentes» pueden ayudar a los pescadores a gestionar su captura de manera efectiva, aumentando las ganancias y pescar en el mar.
No es coincidencia que la Cumbre Climática Mundial sobre el Clima se desarrolle en California, el corazón del sector más innovador de Estados Unidos y el estado que ha guiado a la nación en la gestión ambiental. California ha demostrado una y otra vez que una economía fuerte y un ambiente saludable van de la mano.Ahora más que nunca, la tecnología es la clave para hacer de esto una historia de éxito en todo el mundo.
Este artículo es parte de la Cuarta serie de la Revolución Industrial para la Tierradel Foro Económico Mundial , que explora cómo las tecnologías innovadoras están comenzando a transformar la manera en que manejamos los recursos naturales y aborda el cambio climático y otros desafíos ambientales causados por la industrialización.
