Confinamiento y cuidados son compatibles

La falta de descanso puede apagar la piel y levantar arrugas, además de incrementar la ansiedad, la tristeza, el mal humor y la irritabilidad

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En estos momentos, dormir bien es muy importante, “ya que el descanso ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico y este es la defensa natural de nuestro cuerpo contra virus e infecciones», explica Gregorio Mora, «coach» del sueño de la empresa especializada en descanso HOGO System.

El efecto del sueño sobre la piel

Pero, ¿cómo afecta la falta de sueño a la piel? Según los laboratorios de Clinique, la falta de sueño provoca un aumento en las arrugas y provocan la aparición de diversas líneas de expresión.

También se incrementa la cantidad de manchas, apagándose el tono de nuestra piel. Aumentan las rojeces y se acumulan bacterias en la piel, denominadas porfirinas, además de otros efectos negativos.

Desde los laboratorios Clinique recomiendan seguir una rutina saludable con un doble objetivo. Sentirse un poco más atractiva en estos difíciles momentos y provocar un aumento de la autoestima, algo fundamental para que nos lleve a conseguir un buen sueño.

Desde la firma cosmética Darphin, en voz de su directora de formación Hemely Varela, aconsejan: “antes de irse a dormir, es importante tener una rutina de belleza, no necesariamente muy extensa, pero si la realizamos todos los días, nos va a llevar a un descanso más relajado».

Esta experta indica que, antes de dormir, es conveniente aplicar algún producto específico para realizar un masaje kinésico y explica que es conveniente utilizar texturas suaves. Además, es un momento “muy relevante, ya que por la noche la piel está en las condiciones óptimas para la penetración de activos y texturas más lipídicas. Es el momento de máxima renovación celular y también es el tiempo en que aumenta la circulación sanguínea».

Empezando con una limpieza

Confinamiento y cuidados son compatibles

El primer paso a realizar es conseguir una limpieza correcta de nuestra piel para que los activos que utilicemos penetren de forma efectiva. A continuación, es el tiempo de integrar los aceites esenciales, sérum o hidratantes con los que nos cuidamos habitualmente.

Los aceites esenciales, que tienen efecto sobre los sentidos, son volátiles -se evaporan rápidamente-, estimulan el olfato y por consiguiente el cerebro, desencadenando una cascada de efectos sensoriales.

«Cada vez que se percibe un aroma se activa el sistema límbico de nuestro cerebro, zona que se relaciona con nuestros recuerdos y emociones, activando la sensación de bienestar y estimulando los sentidos», explica Hemely Varela.

Las fórmulas de los aceites esenciales de Darphin, con solo cinco gotas, “tienen grandes bondades como rejuvenecer, calmar, purificar, iluminar, hidratar, dar energía o renovar la piel”, según indica esta experta.

Y entre sus productos destaca el aceite esencia de lavanda que, según informa “equilibra cuerpo y mente y aporta tranquilidad. Resulta muy beneficioso para los trastornos del sueño, mientras que el de rosa es tranquilizante, antidepresivo y ayuda al equilibrio sentimental”.

También apunta los valores del aceite esencial de jazmín que, según indica: “alivia el nerviosismo y la tensión, provoca euforia y convierte la inseguridad en autoestima y optimismo”.

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