El dinero republicano prefiere a Hillary Clinton

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La NRA es el único grupo de influencia -lo que en EEUU se denomina ‘lobby’, y que va desde un sindicato hasta Greenpeace, pasando por las patronales- que está apoyando a Donald Trump. Es una situación sin precedentes dentro de la política estadounidense. La campaña de Hillary Clintron no solo está captando fondos de grandes empresas y ‘lobbies’ que normalmente van a los candidatos republicanos; también está recibiendo de otros donantes de menor entidad. Según un análisis del ‘New York Times’ que abarca hasta finales del mes de junio, Clinton ha recibido casi cuatro veces lo que Donald Trump de donantes que apoyaron a alguno de los 19 candidatos republicanos en las Primarias. Es un trasvase de dinero pequeño -las cifras totales no exceden los 2,5 millones de euros- pero sin precedentes en la Historia electoral estadounidense.

La Cámara de Comercio -el equivalente de la patronal de las grandes multinacionales estadounidenses- no lo respalda por su oposición a la reforma inmigratoria y al libre comercio, que le ha llevado a declarar que, si gana las elecciones, exigirá la renegociación de los tratados de libre comercio que EEUU tiene con sus principales socios comerciales: México y Canadá.

Y lo mismo sucede con los grandes empresarios estadounidenses que han sostenido al Partido Republicano en las últimas décadas. El caso más obvio es el de los hermanos Charles y David Koch, que juntos acumulan un patrimonio de 162.400 millones de dólares (146.400 millones de euros) y que, literalmente, han financiado la creación del ‘Tea Party’ y se han convertido en el proceso en la ‘bestia negra’ de la izquierda estadounidense, de manera similar a cómo el financiero George Soros ha ocupado el papel de ‘enemigo número uno’ de los conservadores.

Los Koch no solo no han apoyado a Trump. Es que, encima, se han negado a reunirse con él. Y, para remachar las cosas, Charles Koch ha declarado que tener que optar entre Hillary Clinton y Donald Trump es como «si tuviera que votar entre ataque al corazón y cáncer. ¿Por qué iría a votar por ninguno de ellos?» Claro que, entre ambas dolencias, Charles Koch, que tiene 80 años, tiene sus preferencias. Y éstas no son las que cabría imaginar. En una entrevista a principios de año, el empresario declaró que «es posible» que Hillary sea mejor presidenta que Donald Trump.

Esa reticencia del dinero a apoyar a los republicanos ha permitido al equipo de Hillary acceder a fuentes de financiación que normalmente estaban cerradas a los demócratas. El martes, el ex consejero delegado del estudio de Hollywood Harry Sloan, que sirvió en los comités financieros de las campañas de los republicanosJohn McCain y Mitt Romney, en 2008 y 2012, respectivamente, anunció que «como padre, como conservador, y como hombre de negocios, tengo claro que Hillary Clinton es la opción correcta en estas elecciones».

Mucho más simbólico, sin embargo, fue el anuncio de la consejera delegada del gigante de la tecnología Hewlett Packard y presidenta de HP (ambas empresas eran una sola hasta que Whitman las partió en noviembre pasado). La semana pasada, Whtiman, que se gastó 144 millones de dólares (130 millones de euros) de su propio bolsillo en un desastroso intento de convertirse en gobernadora de California por el Partido Republicano en 2010, calificó a Trump de «demagogo» y declaró que va a votar por Clinton en noviembre.

Los que sí apoyan a Trump

Trump, desde luego, cuenta con su cuota de multimillonarios que le apoyan. Entre ellos destaca Harold Hamm, que ha hecho la mayor parte de sus 13.200 millones de dólares de patrimonio (11.900 millones de euros) explotando petróleo por medio del controvertido método de la fracturación hidráulica (el ‘fracking’) en Dakota del Norte. Más sorpresa ha causado la presencia entre los asesores del republicano de John Paulson, el ‘manager’ del hedge fund Paulson, que ganó 3.900 millones de dólares (3.500 millones de euros) en 2007 al apostar por el ‘crash’ del mercado inmobiliario en Estados Unidos.

Otro personaje que en principio no cabría pensar que respalda a Trump es Peter Tiehl, cofundador de la empresa de pagos online PayPal y de la de gestión de datos Palantir, y miembro del consejo de administración de Facebook, una empresa que mantiene un enfrentamiento abierto con Trump. También está Sheldon Adelson, un viejo conocido de la opinión pública española, dado que su empresa de juego, Las Vegas Sands, fue la que planeó el controvertido proyecto de Eurovegas.

Trump, que dijo que no iba a aceptar donaciones antes de dar marcha atrás,depende cada vez más de aportaciones individuales, dada la falta de apoyo entre los empresarios. En todo caso, Clinton va a gastar mucho más que él. Entre lo que ponga su campaña, más los grupos que se coordinan con ella, la ex primera dama podría llegar a ‘quemar’ 1.500 millones de dólares (1.350 millones de euros) en su intento de lograr la Casa Blanca. Eso podría ser hasta el triple de lo que inviertan Trump y sus aliados.

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