Empleados del gigante de internet Google publicaron un manifiesto en el que piden a la empresa que abandone sus planes de regresar al mercado chino con un buscador que los firmantes consideran que estaría «censurado» y que permitiría «la vigilancia del estado».
El escrito asegura que muchos de los trabajadores de la empresa aceptaron sus ofertas de empleo teniendo en cuenta «los valores» de la compañía, «incluyendo su antiguo posicionamiento con respecto a la censura y vigilancia en China» y que la tecnológica «anteponía sus valores a los beneficios».
El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, confirmó que está desarrollando un buscador que cumpla con los requerimientos del Gobierno chino y pueda regresar así a un mercado que abandonó en 2010 precisamente por la censura.
La posibilidad de que el buscador de internet más usado del mundo se adapte a las exigencias de Pekín ha recibido múltiples críticas en el país por parte tanto de políticos como de organizaciones de defensa de los derechos humanos, a las que ahora se suman las de los propios empleados de la empresa.