Gesell diseñó un laboratorio en el que se observa la conducta humana y que las autoridades judiciales usan, a diferencia de los interrogatorios ordinarios, especialmente para menores que han sido víctimas de violencia sexual.
La cámara está compuesta de dos espacios separados por un espejo unidireccional, que permite ver desde uno de los lados lo que ocurre en el otro, pero no al revés.
Además, cuenta con tecnología que consiste de un sistema de video y audio para dar seguimiento y registrar las pruebas que allí se hacen.
¿Cómo funciona?
Un psicólogo se encarga de hacer las pruebas basadas en preguntas que se van grabando sobre un caso determinado de violación.
La sala donde se desarrolla dicho proceso está condicionada para que el entrevistado se sienta cómodo para que no perciba que está siendo grabado ni escuchado por terceros.
Durante la evaluación, del otro lado de la sala y sin que la víctima los vea, generalmente está un representante del Ministerio Público y los abogados de las partes.
Los expertos consideran que uno de los objetivos de la cámara Gesell es evitar la revictimización de la persona que da su testimonio en un caso determinado.
Fuente-Hoy.
