Las manos son la primera fuente de contagio de los virus y bacterias que habitan en el ambiente y el interior de los hospitales, por lo que un simple lavado puede evitar muchas complicaciones de salud, sobre todo cuando las condiciones ambientales quedan afectadas por el paso de huracanes u otros fenómenos naturales.
La doctora Monique Baudrit, especialista en cuidados críticos, exhortó a la población a estar atenta ante cualquier cambio en su salud, por simple que parezca, “porque luego del paso de un huracán o cualquier desastre natural pueden surgir enfermedades, sea por las inundaciones o cambios en los suelos y el ambiente”.
Recomendó no utilizar y descartar los medicamentos que se hayan mojado o humedecido con el huracán, porque el contacto con el agua los deteriora y puede causar potencialización de los efectos adversos en quienes los consuman, como son náuseas, vómitos, diarrea y fiebre.
Consultada vía telefónica, la especialista, quien es gerente médico de Cuidados Críticos Hospitalarios de Pfizer para Centroamérica y el Caribe, alertó que esos medicamentos descartados deben eliminarse en el agua del inodoro y nunca tirarlos en la basura, porque en países donde viven los denominados buzos pueden ser encontrados y consumidos por otras personas.
Dijo que ante cualquier cambio en su salud o síntomas que no tenía antes del huracán, la gente debe acudir de inmediato al médico para detectar cualquier enfermedad. “Ante una fiebre, no se debe pensar que se trata de una gripe común y proceder a automedicarse, lo mismo cuando se presenten problemas gástricos, no pueden quedarse en el hogar pensando que algo que comió le cayó mal”.
Señaló que el personal de salud debe estar alerta a las infectocontagiosas que puedan presentarse, porque puede haber focos donde hubo mayor desastre.
Dijo que lavarse mucho las manos, tomar el tratamiento correcto y nunca automedicarse, son tres simples pasos que pueden hacer mucho para la salud del país y del planeta.
