Un investigado por la trama rusa cercano a Trump se declara culpable y colaborará con Mueller

Rick Gates, que fue número dos de la campaña del presidente estadounidense, acepta los cargos de tipo financiero presentados contra él y ayudará en la investigación sobre las injerencias al fiscal especial

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Rick Gates fue número dos de la campaña del presidente estadounidense - EFE

Era el hombre en la sombra de la campaña electoral –número dos– de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, un asesor legal dispuesto a cargar con todas las culpas; pero Rick Gates se hartó y este viernes se ha convertido en un actor clave que podría ayudar a detonar la explosiva investigación rusa. Gates ha firmado una declaración de culpabilidad en la que ha admitido haber cometido los delitos de conspiración contra Estados Unidos y falso testimonio a las autoridades que le imputó el fiscal especial Robert Mueller, encargado de evaluar los supuestos lazos entre Rusia y la campaña de Trump durante las elecciones presidenciales de 2016.

A partir de ahora, Gates tendrá que responder a todas las preguntas de los investigadores y su testimonio podrá servir para acelerar la caída de otros protagonistas de la trama rusa, como Paul Manafort, su mentor y el hombre que dirigió la campaña de Trump entre junio y agosto de 2016. Durante décadas, Gates ha sido definido como «el protegido» de Manafort, su «mano derecha» y su «consejero». De esta forma, podría ofrecer información incriminatoria contra su antiguo socio y exjefe de la campaña del multimillonario, Paul Manafort, también acusado en el caso, o contra otros miembros de la campaña de Trump, a cambio de una pena más leve.

El fiscal especial para el caso, Robert Mueller, aumentó la presión sobre Gates y Manafort este mismo jueves, al presentar contra ambosmás de 30 nuevos cargos relacionados con fraude bancario y fiscal. Mueller ya había presentado cargos contra ellos en octubre pasado, pero se declararon no culpables de los mismos. Así, la decisión de Gates supone un giro en su estrategia de defensa a medida que la investigación está cerrando el cerco a su alrededor, una situación agravada por el hecho de que sus tres abogados defensores han solicitado abandonar el caso.

Las acusaciones presentadas por Mueller argumentan que tanto Gates como Manafort ocultaron a las autoridades estadounidenses millones de dólares que obtuvieron al trabajar como consultores políticos del expresidente de Ucrania Víktor Yanukovich, un viejo aliado del presidente ruso, Vladímir Putin. No obstante, no está claro qué tipo de información podría ofrecer Gates al equipo del fiscal especial, y ninguna de las acusaciones en su contra tiene que ver con la cuestión central de la investigación de Mueller: saber si hubo una coordinación entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso para interferir en las elecciones de 2016.

Sin embargo, Gates estuvo presente durante los períodos de actividad más significativos de la campaña en los que Trump comenzó a buscar apoyos políticos y desarrollar su operación digital, y permaneció junto al ahora presidente incluso después de que Manafort fuera despedido en agosto de 2016. Asimismo, el pasado martes, un abogado vinculado estrechamente con Gates, Alex van der Zwaan, se declaró culpable de mentir al FBI en el curso de la investigación sobre Rusia. En concreto, Van der Zwaan no desveló al FBI que la última vez que se había comunicado con Gates por teléfono fue en agosto de 2016 y tampoco dijo que se vieron en persona por última vez en 2014.

Van der Zwaan tampoco explicó a los agentes del FBI que «secretamente» había grabado unas conversaciones que mantuvo con Gates y con un individuo cuyo nombre no ha desvelado el fiscal especial y al que identifica en su escrito de acusación como «persona A». Alex van der Zwaan trabajó para el prestigioso despacho de abogados Skadden Arps, con sede en Nueva York, y es yerno de German Khan, un poderoso empresario nacido en Ucrania que ha hecho numerosos negocios con el sector energético ruso.

Mueller imputa a Manafort por sobornos

Manafort fue imputado con nuevos cargos la semana pasada acusado de pagar a antiguos políticos europeos para utilizar sus influencias en nombre de intereses prorrusos en Ucrania. Los cargos presentados, que fueron desclasificados este viernes, alegan que pagó a un grupo de «antiguos políticos europeos de alto rango» para tomar posiciones favorables a Ucrania, a pesar de que sus actividades debían parecer independientes.

Manafort supuestamente usó «al menos cuatro cuentas en el exterior para transferir más de 2 millones de euros para pagar al grupo de expolíticos», según rezan los documentos judiciales. El grupo de políticos, conocido como «Hapsburg Group», también ejerció presión en territorio estadounidense, pero debía aparentar independencia en sus análisis aunque de facto eran cabilderos pagados de forma secreta por Manafort.

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