La realeza británica se prepara para un curioso censo

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LONDON, ENGLAND - JUNE 17: (L-R) Prince Edward, Earl of Wessex, Camilla, Duchess of Cornwall, Prince Charles, Prince of Wales, Queen Elizabeth II, Princess Beatrice of York, Prince Philip, Duke of Edinburgh, Prince Harry, Princess Charlotte of Cambridge, Catherine, Duchess of Cambridge, Prince George of Cambridge and Prince William, Duke of Cambridge look out from the balcony of Buckingham Palace during the Trooping the Colour parade on June 17, 2017 in London, England. (Photo by Chris Jackson/Getty Images)

Funcionarios reales vestidos con trajes rojos se dirigían el lunes al río Támesis para la ceremonia anual de «Swan Upping», una tradición de 800 años de antigüedad, para contar los cisnes de la reina británica Isabel II.

Equipos en pequeños botes remarán a lo largo de una parte del río durante los próximos cinco días para realizar el censo anual de las aves, al grito de «todos listos» cuando se encuentran con cisnes blancos y sus familias.
Los cisnes y sus jóvenes crías son contados, pesados y revisados para chequear si están heridos.

«Estoy encantado de ver que la temporada de reproducción ha comenzado muy bien este año con un alto nivel de actividad de anidación en el río», dijo David Barber, el marcador de cisnes de la reina.

La antigua ceremonia data del siglo XII, cuando la corona inglesa se adjudicó la propiedad de todos los cisnes blancos, que tienen cuellos curvos largos, picos anaranjados y plumas blancas y eran entonces considerados una exquisitez para los banquetes.

Actualmente, los británicos no comen cisnes y éstos están protegidos por ley. La ceremonia del censo se ha convertido en un evento de conservación de la vida silvestre y de educación para los niños.

Un cisne reacciona cuando los oficiales reman más cerca para registrar y examinarlo
Un cisne reacciona cuando los oficiales reman más cerca para registrar y examinarlo
David Barber, el marcador de cisnes de la Reina, sostiene un cisne
David Barber, el marcador de cisnes de la Reina, sostiene un cisne

Barber dijo que muchos cisnes estaban muriendo y que sus nidos estaban siendo destruidos por ataques de perros, lo que había desatado pedidos a los dueños para que mantuvieran a sus mascotas bajo control.

La reina comparte la propiedad de los cisnes blancos en el Támesis con antiguas asociaciones comerciales, que también se suman al censo. Sin embargo, la monarca mantiene el derecho de propiedad de todos los cisnes blancos no marcados que nadan en aguas abiertas, aunque esto se practica en ciertas zonas del Támesis.

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