Detrás de una sofocante actuación defensiva el domingo, los Filadelfia Eagles aseguraron su boleto al Super Bowl LVII después de derrotar a los San Francisco 49ers, 31-7, en el Juego de Campeonato de la NFC.
Los problemas del mariscal de campo y de los penales empañaron a San Francisco durante todo el juego.
Los Niners se vieron obligados a depender en gran medida del juego terrestre con el running back Christian McCaffrey representando su único touchdown. Los cuatro touchdowns de los Eagles fueron TDs por tierra, incluidos dos del RB Miles Sanders.
Eagles a un paso de la gloria
Los Eagles se enfrentarán a los Kansas City Chiefs o a los Cincinnati Bengals en Glendale, Arizona, el 12 de febrero.
Es el cuarto viaje de los Eagles al Super Bowl en su historia, el último en la temporada 2017 cuando capturaron su primer Trofeo Lombardi.
Al entrar este año, los Eagles habían corrido para tres o más touchdowns en un juego de playoffs solo una vez en su historia. Lo han hecho dos veces este año, corriendo para cuatro touchdowns el domingo (tres en la primera mitad).
Futuro incierto para San Francisco
Por San Francisco, todos los problemas del mariscal de campo de los Niners finalmente los alcanzaron en el peor momento posible. Al final de la derrota del domingo, ya no pudieron superar las lesiones del mariscal de campo porque se quedaron sin nadie capaz de liderar la carga.
Hope desapareció cuando Brock Purdy sufrió una lesión en el codo derecho en la primera serie ofensiva del equipo. Los Niners recurrieron a Johnson, su cuarto mariscal de campo de la temporada, quien fue firmado del equipo de práctica de los Denver Broncos el 6 de diciembre.
