Cinco jóvenes malabaristas venezolanos que llegaron hace varios días al país exhiben su espectáculo en las calles del Distrito Nacional para entretener a conductores y peatones con sus acrobacias.
Axcel Martínez, de 23 años, procedente de Caracas, explica que se especializó en el Circo Prometeo y, aunque estudió electrónica prefiere dedicarse al entretenimiento.
Para venir al país compró un pasaje de US$40 dólares. “El convenio entre Venezuela y República Dominicana nos permite viajar sin visa, aunque tenemos que pagar 10 dólares de entrada y 83 dólares de salida”, indica.
“Yo vine hace dos meses, me fui a Venezuela 15 días y volví para estar hasta el 1 de noviembre; yo y un compañero formamos el dúo 531 Malabar, pero aquí hay otros tres venezolanos haciendo lo mismo y todos nos unimos para presentarnos en las calles”, dice.
Después de noviembre Axcel irá a Argentina, país al que también ha visitado (igual que a Brasil) para exhibir sus habilidades en las calles y apelar a la generosidad de conductores y transeúntes.
“En 531 Malabar hacemos shows de todo tipo y nos presentamos en hoteles y donde nos contraten”, dice.
Explica que lleva seis años viajando con su espectáculo y que, la crisis económica que afecta a Venezuela, no resulta determinante en su peregrinar por las calles de otros países exhibiendo sus habilidades.
Descarta que sea peligroso presentar en las calles de Santo Domingo y asegura que los agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) todavía no se meten con su trabajo.
Lo que sí le preocupa por el momento es la inclemencia del sol. “Cuando empieza a hacer mucho calor me voy, descanso un rato y vuelvo a trabajar”, dice el joven que se aloja, con los demás malabaristas, en un hotel de la Zona Colonial. (P.C.)
