Al margen de las luces que se exhiben en materia medioambiental y de las metas trazadas en la Estrategia Nacional de Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad, y la Convención de Diversidad Biológica, el país enfrenta importantes desafíos para evitar la desaparición de flora y fauna.
El objetivo es reducir las degradaciones y efectos del cambio climático.
Un aspecto relevante, en el que debe involucrarse la sociedad, es el manejo de los desechos sólidos y de los lixiviados, especialmente los provenientes de las industrias, para evitar la contaminación de las aguas en ríos y mares.
Según José Manuel Mateo, direcctor de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, entre los retos a superar están la efectividad del manejo y la seguridad de las áreas protegidas para garantizar la integridad de los ecosistemas y la biodiversidad.
También seguir restaurando ecosistemas degradados, específicamente en humedales, y generar conciencia sobre la importancia de la biodiversidad en los estratos sociales. Asimismo, fortalecer y armonizar el desarrollo agrícola con la conservación de la biodiversidad y controlar las especies exóticas invasoras.
Mateo citó las 20 metas de Aichi, asumidas por el país como miembro de la Conferencia de las Partes e insistió en que la vida de la gente depende de la biodiversidad, ecosistemas y los servicios que estos proveen.
Áreas protegidas
— Logros
El país logró declarar un 25% del territorio como área protegida, cuando el límite es un 17 y un 10 por ciento de las áreas marinas, que es el límite ideal.
